Pilar Baeza, candidata de Podemos en Ávila: “No he cedido al chantaje”
La aspirante a alcaldesa seguirá adelante tras conocerse que cumplió condena por participar en un asesinato hace más de 30 años
Ávila
“La publicación de la noticia es por no ceder al chantaje”, dice Pilar Baeza. “Si me aparto de la candidatura, eso no sale”. Baeza, 54 años, es la candidata de Podemos a la alcaldía de Ávila. El pasado domingo, el diario El Español informó de que Baeza, cuando tenía 23 años, participó en el asesinato de un joven, Manuel López, muerto por su novio y un amigo con la participación de ella, que les prestó un arma extraída de la armería que tenía su familia. Baeza había relatado a los dos autores del crimen que fue violada por López, pero esa acusación no pudo ser probada por los tribunales: López murió asesinado y tirado a un pozo. Por esos hechos, ocurridos en Leganés en 1985, Baeza fue condenada a 30 años de prisión en la cárcel de Brieva, Ávila. Cumplió siete, salió en libertad y se quedó en Ávila, donde rehizo su vida. Casi tres décadas después de salir de la cárcel, y ya sin antecedentes penales, su pasado ha vuelto de la mano de su candidatura política.
“Estoy siendo linchada como persona y probablemente como mujer”, empieza Baeza. No caben los medios de comunicación en la pequeña sede de la calle Félix Hernandez de Ávila, donde pasadas las doce del mediodía trataban de abrirse paso Pablo Fernández, secretario general de Podemos en Castilla y León, y la propia Baeza. Acompañada por familiares que lloraron al escuchar su intención (“mis padres, que ya no viven, me han dado fuerzas todos los días para mantenerme entera”), la candidata a la alcaldía se niega a reabrir el crimen por el que fue condenada 34 años atrás, crimen que la propia justicia cerró tras la condena y cumplimiento de la pena. “Es el mejor ejemplo de reinserción social”, dice de ella Fernández. “Nosotros somos un partido que aboga por respetar y cumplir la Constitución española”, dice en otro momento para recordar que la Carta Magna salvaguarda los derechos constitucionales de Baeza.
Baeza ensalza Ávila y las asociaciones que la han apoyado en los últimos días. “Esta ciudad me acogió y es tanto, tanto el cariño que le profeso. Mi único objetivo al meterme en política es querer mejorar la calidad de vida de los abulenses”. La candidata lee un papel con el que, primero, atiza a los medios de comunicación que a su juicio han mentido al tergiversar tanto los hechos de 1985, el asesinato de Manuel López. “Espero que todo lo que diga no sea descontextualizado ni manipulado”. Después denuncia una mafia política que ha querido sacarla de la circulación. “He recibido coacciones externas para que abandone la candidatura. Pero yo no acepto chantajes ni me vendo, no es la primera vez que se usa mi pasado para amenazarme. Y si me preguntan, ¿merece la pena esto? Sí. Y me acuerdo de mi padre”, dice emocionada, “que decía que hay que saber adaptarse a las circunstancias que te rodean”. Anuncia que la justicia tendrá conocimiento de esos chantajes.
Pilar Baeza insiste en que el partido estaba al tanto de su pasado, algo que confirma Pablo Fernández. “Nosotros tenemos un código ético y ese código se ha cumplido. Esta persona ha pagado con creces su deuda con la sociedad”. Los dos, tanto Baeza como él, dedican buena parte de la rueda de prensa a denunciar el tratamiento informativo del caso en algunos medios de comunicación que han propiciado un “acoso y derribo” contra la candidata. Media hora antes de la comparecencia, Baeza está “nerviosa”, dicen fuentes del partido. “Sabía que esto iba a salir y su determinación es firme, no puede estar coaccionada siempre por algo por lo que ya pagó”. “La joven ingenua y sin experiencia que yo era hace 34 años no tiene nada que ver con la mujer que soy ahora”, dice ella. Es la alusión más clara que hace a su pasado. No responde a mas cuestiones sobre él, ni tampoco a declaraciones que está haciendo ahora el hermano de la víctima. Pablo Fernández había recordado en Tele 5, por su parte, que Baeza ya se presentó a unas elecciones con otro grupo y entonces no trascendió nada de lo ocurrido en 1985 en Leganés.
Al terminar, Fernández, ella y dos íntimos de la candidata se encierran en un pequeño despacho de la sede. “Ya está”, dice Fernández. “Veremos”, le responden. De todos los lugares en los que el pasado corre el riesgo de ser presente, Baeza se encuentra en el más resbaladizo.
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