Hubo un día que supe de un hombre que no había podido tener hijos. Se divorció y pudo tener hijos. De igual modo, su compañera pudo tener hijos posteriormente. Le dije que había una negación biológica para tener hijos por parte de él o de ella; una carga genética que portaba él o ella y, por ello, sería conveniente hacerles un estudio genético. No quiso hacérselo; hoy ya tenemos lo que buscábamos con el estudio genético.
Yo hubiera hecho lo mismo y, yo no le quise argumentar el motivo de hacerse un estudio genético.
Le dije que los consejos genéticos que se me pidieron no los he dado porque tras haber hecho los estudios nunca me pidieron los resultados.
Muchas veces me preguntaron: ¿al paciente con cáncer hay que decirle que lo tiene?. Siempre he respondido que tal pregunta solo era propia del periodista ignorante.
En mi experiencia el paciente siempre me ha dicho: "Quiero saber lo que tengo, sea bueno o malo. Cuando me haga las pruebas, dígamelo".
Lo que tiene el paciente se sabe, sr diagnostica el primer día, con la clínica. Nunca se necesita una prueba "complementaria" -de la clínica- para saberlo. Por este motivo, el paciente ya tiene un diagnóstico con alta probabilidad, por lo que me está diciendo que retrase el decírselo.
Después del primer día ya no te vuelve a preguntar.
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