domingo, 31 de marzo de 2019

ÚLTIMO PARTE DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 1º. ABRIL 1939



Ejército Rojo: falso
Sociedad Española, leal a la II República Española, armado con sus manos, es rendido por la facción del Ejército de la II República Española, deleal que asesinó desde 1937 a 1976.

Falso diagnóstico de enfermedad cardiaca.

Las señales utilizadas para saber de la enfermedad no son válidas. Estas señales valoran  enfermedad cardiovascular a un comportamiento cardiovascular normal. Ello hace que se ordenen medidas para una enfermedad no existente, a través de falsos diagnósticos, entre estos, la falsa estenosis,  falsas arritmias. falsas hipertrofias ventriculares y falsas insuficiencias valvulares 

“El 75% de las personas de 40 años tiene señales de enfermedad”

El director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) cree que la prevención de la enfermedad debe empezar en edades muy tempranas

FOTO: ÁLVARO GARCÍA VÍDEO: LUIS MANUEL RIVAS
Valentín Fuster (Barcelona, 1943) lleva toda su vida combatiendo las enfermedades cardiovasculares, que, junto al cáncer, constituyen la principal causa de muerte en los países desarrollados. Como director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del Instituto Cardiovascular del hospital Monte Sinaí de Nueva York ha desempeñado un papel importante en la reducción de la mortalidad por este tipo de enfermedades. De los 6,4 años de esperanza de vida ganados por los españoles en los últimos 30 años, se estima que más de cuatro se deben al avance en la lucha contra las dolencias cardiovasculares. Sin embargo, Fuster considera que se sigue actuando muy tarde, cuando buena parte del daño es irreversible.
En una entrevista en la sede del CNIC asegura que, gracias a tecnologías de imagen como las que desarrollan en su centro, han aprendido que “de 100 personas de 40 años en España, ya hay 75 que tienen señales de enfermedad en 5 o 6 regiones del organismo”. “Esto quiere decir que debemos empezar muchísimo antes a aplicar tecnologías para cambiar las conductas”, afirma.

Pregunta. Cuando los políticos y los empresarios hablan de salud y de investigación, parece que entienden su valor para mejorar la vida de los ciudadanos y la economía, pero después se ven las inversiones, que cada vez pierden más peso respecto al PIB, y parece que falta fe.
Respuesta. Yo no sé si es una falta de fe, el tema es complejo. Sí creo que necesitamos tener un ministerio de ciencia y desarrollo. Ahora dependemos de un Ministerio de Economía, con una secretaria de Estado, Carmen Vela, que lo está haciendo lo mejor que puede, pero creo que tendría que haber un ministerio dedicado a la investigación. Esto es fundamental.
Es importante empezar bien el día, tomando más de un 20% de la energía total
Además, cuando hablamos de investigación, tenemos que tener cuidado. Lo importante es dar mucha importancia al investigador y motivar a la gente joven, que son los investigadores del futuro. No todo el mundo puede ser investigador. Muchas veces se confunde el que no hay dinero para investigación con la realidad de si los investigadores son competitivos. Creo que es importante ir a la cantera, buscar investigadores jóvenes para que puedan construir el futuro.
No se trata de que la investigación no se crea que es importante, sino de qué prioridad tiene. Por ejemplo, en EE UU cuando salen las 100 personas que más han influido en la sociedad cada año te encuentras con 7 a 10 que son investigadores; en España, igual uno o dos. Es un asunto de prioridades, pero esto ha avanzado.
P. En los últimos resultados de su estudio Pesa, que realizan con 4.000 empleados del Banco Santander, han observado algún dato curioso, como que un desayuno poco energético, que incluya menos de un 5% de las calorías diarias, duplica el riesgo de lesiones ateroscleróticas.
R. Es importante comenzar bien el día desde el punto de vista energético. El grupo que obtuvo más del 20% de las calorías diarias en el desayuno tuvo una disminución importante de la enfermedad subclínica tal y como la medimos. La interpretación de estos datos, a partir de otro estudio que tenemos, es que la gente que no come en el desayuno lo hace de una forma muy errática durante el resto del día. A partir de ahí, todo el sistema del reloj cerebral que te dice cuándo comer y cuándo no se desbarajusta y se acaba comiendo más. Esta es una de las explicaciones por las que creemos que es importante empezar bien el día, con más de un 20% de la energía. En el desayuno es más importante tomar una alimentación que sea suficientemente energética que exactamente lo que estás tomando. Sin embargo, como prioridad número dos, es mejor que tomes una alimentación sana que empezar a tomar bollos.
El tabaco ha pasado de países de economía alta a países de economía media y baja. Esta es la tragedia
P. Han elaborado un índice que con cinco factores (presión arterial, actividad física, índice de masa corporal, consumo de fruta y verdura y tabaco) permite predecir el riesgo cardiovascular en personas sanas
R. Este índice es interesante porque el 80% de los infartos se producen en países con economía media y baja. En uno de estos países, extraer sangre para medir el colesterol y el azúcar y la diabetes es muy caro. Nosotros pensamos qué ocurriría si excluimos la extracción de sangre comparando con cinco factores que son la obesidad, la presión arterial alta, el tabaquismo, una nutrición inadecuada y la falta de ejercicio. Si solo miramos esto, el riesgo es muy parecido que si añadimos la sangre. No es exactamente preciso, pero lo bastante como para que no tengamos que sacar sangre.
Lo que ocurre es que entre los diabéticos la mayoría son obesos, en gente con presión arterial alta, muchos son obesos también o tienen sobrepeso. Con eso, vas obteniendo información similar a la que conoces sacando la sangre. En estos países de economía baja, en quince minutos puedes saber los cinco factores de riesgo. Pero es más importante saber si estás desarrollando la enfermedad, que es lo que estamos haciendo en el estudio Pesa con ultrasonido tridimensional. Observamos las femorales, esta arteria que va al cerebro, con una tecnología que es nueva. La enfermedad empieza ahí y estamos desarrollando esta tecnología para que en un futuro podamos aplicarla con un coste mínimo para ver si la enfermedad está empezando. Así que tenemos estos dos aspectos: conocer el riesgo sin sacar sangre y desarrollar una tecnología barata para conocer si se está desarrollando la enfermedad.
P. La prohibición del tabaco ha demostrado éxito a la hora de reducir la mortalidad. ¿Se deberían tomar medidas estrictas de control por parte del Estado respecto a la sal o el azúcar?
Estamos aprendiendo que los niños tienen mucho más impacto en la conducta de los padres que los padres en los niños
R. Yo te diría lo contrario. Es un desastre lo del tabaco. Se está fumando más ahora que nunca a pesar de lo que leas en la prensa. Porque el tabaco ha pasado de países de economía alta a países de economía media y baja. Esta es la tragedia. El problema del tabaco es que las tabacaleras tienen un sistema legal extraordinariamente agresivo y ni la OMS ni los CDC [centros para el control la prevención de enfermedades de EE UU] ni la ONU han podido combatir el sistema legal de las compañías de tabaco. Esto es una tragedia que es difícil de justificar.
Si hablas de la alimentación, esto está mejorando. Hay una epidemia de obesidad, pero las empresas de alimentación son distintas de las tabacaleras, porque el tabaco es sí o no, se fuma o no se fuma. El tema de la industria alimentaria es que puedes bajar el contenido de grasas o azúcar hasta cierto nivel y seguir consumiendo. En España estamos promoviendo políticas para bajar el contenido de grasas, un 10%, en 500 compañías, y estamos haciendo lo mismo en EE UU, donde se está restringiendo el contenido de las grasas, los azúcares y la sal en los alimentos.
P. Usted habla de que conocemos mejor qué es la enfermedad que qué es la salud, y que debemos entender mejor qué es la salud. ¿Qué significa?
R. Hay una parte que tiene que ver con la conducta. La gente mayor de cincuenta años deja de tomar la medicación si se encuentra bien. Por eso hemos creado la primera polipíldora del mundo, que se ha aprobado en 55 países ya. En vez de tomar cuatro píldoras cuando tú tienes un infarto pequeño o cerebral, tomarás una. Además, podemos prolongar la vida, pero qué pasa con la degeneración senil. Estamos encontrando que los mismos factores de riesgo que afectan a las grandes arterias son fundamentales en la degeneración senil por las pequeñas arterias que se están viendo afectadas por la misma enfermedad. Y esto se ha visto con tecnología de imagen.
Ves a gente que aparentemente tiene una buena salud a los 50 o 60 años y está teniendo problemas en el cerebro ya y acaba con una degeneración senil. Tenemos que entrar con tecnologías de imagen modernas y saber 10 o 20 años antes que está llegando la enfermedad. La tecnología de imagen nos puede hacer conscientes de los problemas mucho antes para empezar a aplicar tecnologías para cambiar las conductas.
También estamos trabajando con 50.000 niños. Estamos aprendiendo que los niños tienen mucho más impacto en la conducta de los padres que los padres en los niños. Los niños de 3 a 6 años captan todo lo que les dices. Estamos aprendiendo desde el punto de vista cerebral que el número de centros cerebrales es muy pequeño y no conectan con lo cual lo que le enseñas a un niño, ya sea una lengua o lo que sea es más fácil que hacerlo con un adulto que tiene todas las conexiones hechas y es un caos. Hemos tomado a estos niños y estamos llevando a cabo proyectos hasta los 20 años en varios lugares del mundo con 70 horas de instrucción educativa, porque nos hemos dado cuenta que por este aspecto cerebral este es el mejor momento para hacerlo. Todo lo que te he estado mencionando son proyectos que estamos llevando en el mundo para entender lo que es la salud y a partir de aquí podemos empezar a movernos para ver cómo promover la salud y prevenir la enfermedad.

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millón y medio de españoles están tomando un fármaco que no necesitan

Un estudio analiza si millón y medio de españoles están tomando un fármaco que no necesitan

Cincuenta y cinco hospitales analizarán la efectividad de los betabloqueantes que se recetan de por vida tras un infarto

betabloqueantes
Una mujer compra un medicamento en una farmacia en Madrid. VÍCTOR SAINZ
Cada año, unos 100.000 españoles sufren un infarto. Ninguno de ellos padece después una reducción de la capacidad del ventrículo izquierdo de contraerse y bombear sangre. Sin embargo, los cardiólogos le recetarán un fármaco para evitar esa lesión que no tienen. Los fármacos en cuestión se llaman betabloqueantes. Son baratos, pues las patentes ya han expirado y se recetan de por vida. Tomarlos de forma continuada puede tener efectos secundarios como astenia, debilidad y disfunción eréctil.
“Pensamos que en torno a un millón y medio de personas en España pueden estar en esta situación”, explica Valentín Fuster, director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). El cardiólogo es uno de los investigadores principales de un estudio que durante los próximos cuatro años analizará este problema en 8.500 pacientes. “Nuestra hipótesis es que entre un 25% y un 35% de los pacientes que tienen un infarto no necesitan tomar estos fármacos y eso es lo que vamos a intentar demostrar”, explica Borja Ibáñez, cardiólogo del CNIC e investigador principal del ensayo.
En la actualidad, las guías de práctica clínica en Europa y América recomiendan el uso de betabloqueantes tras un infarto agudo. Estos fármacos, con nombres comerciales como Bisoprolol, Carvedilol o Propranolol, reducen la frecuencia cardiaca, la presión arterial y la fuerza de contracción del corazón para mejorar su funcionamiento cuando tras un infarto se ha producido la lesión mencionada, conocida como disfunción sistólica ventricular izquierda. “La mayor parte de las evidencias sobre los beneficios de estos compuestos vienen de estudios hechos hace 40 años, hay que reevaluarlos”, explica Ibáñez. En aquella época no se realizaba reperfusión —restaurar el flujo sanguíneo en el corazón tras el infarto— que ahora es una práctica común y que puede evitar el uso de estos fármacos.
En la mayoría de los casos, las personas que sufren un infarto sin disfunción sistólica son dadas de alta de manera casi universal con dos fármacos antiagregantes —aspirina y un inhibidor de P2Y12—, estatinas, IECAS para la hipertensión, betabloqueantes y un protector gástrico. En muchos casos se asocian otro tipo de medicaciones. Salvo el inhibidor de P2Y12 y el protector gástrico, el resto de medicación actualmente se prescribe de por vida, explica el CNIC en una nota de prensa. “Pensemos que muchos pacientes que sufren un infarto están en edad media y les quedan muchas décadas por delante y la calidad de vida es un factor muy relevante a tener en cuenta”, dice Ibáñez. “Conocer si realmente son necesarios en este tipo de pacientes es de importancia capital. Si no se mostrasen eficaces en este tipo de pacientes postinfarto, no se prescribirían, lo que podría evitar que algunos pacientes abandonen las medicaciones que sí se han mostrado eficaces y, además, evitar posibles efectos adversos que pueden limitar la calidad de vida de los pacientes”, explica.
El ensayo Reboot hará un seguimiento durante un mínimo de dos años de grupos de pacientes que toman estos fármacos y otros que no los toman registrando la incidencia de nuevos infartos, insuficiencia cardiaca y muerte así como la adhesión a los tratamientos. Además, se analizará la calidad de vida de un grupo de 1.000 pacientes. El ensayo, que ya ha reclutado a casi 600 pacientes, se desarrolla en 55 hospitales españoles y 25 italianos. Suecia, Dinamarca y Noruega están haciendo estudios similares, con lo que en total se acumularán evidencias de unos 20.000 pacientes. El estudio español es un hito, pues nunca antes se había realizado un ensayo de estas dimensiones sin la participación de la industria farmacéutica, resaltan los organizadores.
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