Un problema grave para la UE y la OTAN.
Erdogan gana el referéndum pero la oposición anuncia que impugnará el resultado
El 'sí' que defiende el presidente logra el 51,4% frente al 48,6% del 'no', con el 99,45% escrutado
Estambul
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha obtenido una ajustada victoria en el crucial referéndum constitucional que se ha celebrado este domingo. Con el 51,37% de los votos —con el 99,45% escrutado—, los turcos han decidido que el país euroasiático se transforme en una república presidencialista. El no ha recibido el 48,63% de los votos. La participación ha sido del 85,55%. Los dos principales partidos de la oposición han advertido de que impugnarán los resultados por irregularidades en la votación.
"Hoy Turquía ha tomado una decisión histórica en un debate que dura 200 años y que es un cambio muy serio en nuestro sistema administrativo", ha dicho este domingo Erdogan durante un discurso ofrecido en Estambul. "Nos gustaría que otros países e instituciones muestren respeto por la decisión de la nación", ha añadido. Previamente, el presidente había llamado al primer ministro, Binali Yildirim, para felicitarle por la victoria en el referéndum, según fuentes de Presidencia citadas por la agencia Anadolu.Yildirim también ha declarado el triunfo en la consulta. "Queridos conciudadanos, según resultados no oficiales, el referéndum que prevé una presidencialización del sistema concluyó con el sí", ha declarado en un discurso ofrecido en el cuartel general de su partido, el AKP, en Ankara.
Sin embargo, la oposición denuncia manipulación electoral. El principal partido opositor, el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo, ha asegurado que la Junta Suprema Electoral benefició al sí y ha anunciado que pedirá un recuento que podría llegar incluso al 60% de los votos. El prokurdo Partido de la Democracia de los Pueblos ha señalado que impugnará dos tercios de los votos porque ha habido una manipulación que equivale a "entre tres y cuatro puntos porcentuales", informa la agencia France Presse.
El referéndum ha transcurrido con gran afluencia a las urnas y mayormente en calma, en medio de grandes medidas de seguridad, a excepción de algunos incidentes aislados. Las urnas cerraron a las 16.00 hora local en el este de Turquía y a las 17.00 en el oeste (una hora menos en España), por lo que los primeros votos contados fueron los de la zona oriental, la más conservadora del país.
Tres horas después de la apertura de los colegios electorales, en uno del distrito estambulí de Sisli, había votado ya un tercio del censo. La mayoría de los votantes en ese barrio se decantaban por el no. “En defensa de la República”, justificaba Sevgi, directiva de una empresa textil que consideraba que de vencer el sí a la reforma que impulsa el presidente Erdogan —convertir la actual forma de gobierno parlamentaria en una presidencialista— se pondrían en peligro el sistema democrático.
Dos horas más tarde, transcurrida prácticamente la mitad de la jornada de votación, en otro colegio electoral, esta vez en el conservador barrio de Fatih, la participación se situaba entre el 45% y el 55% del censo, lo que muestra el alto interés que despierta el plebiscito. En este lugar, donde el partido islamista AKP obtiene habitualmente la mayoría absoluta de los votos, dominaban los síes: “Yo he vivido el periodo en que en este país gobernaban coaliciones y recuerdo las colas para obtener gasolina y productos básicos. Por eso es necesario un nuevo sistema que refuerce la estabilidad”, afirmaba el anciano Ahmet, propietario de una joyería.
En cambio, otros como un estudiante que no quiso dar su nombre por temor a represalias defendían su opción del no. El joven, pese a que procede de una familia conservadora, ha decidido su voto porque no entiende la necesidad de la reforma deseada por Erdogan: “Nos dicen que con ella mejorará la economía, pero en la reforma no hay un solo artículo que tenga consecuencias económicas directas”.
No eran pocos los que se negaban a hablar o a ser identificados a la salida de los colegios electorales en un momento en que Turquía se rige por un draconiano estado de emergencia y en que quienes se oponen al Gobierno han sido severamente reprimidos.
Para evitar sobresaltos durante la jornada, el Gobierno ha desplegado a casi medio millón de miembros de diversos cuerpos de seguridad ya que el Estado Islámico había llamado a atacar durante el día de votación (cerca de medio centenar de presuntos yihadistas fueron detenidos la víspera de la consulta).
El grupo armado kurdo PKK también perpetró un ataque contra un convoy del partido gubernamental AKP en la provincia de Van la noche anterior al referéndum, matando a uno de los escoltas. También en una aldea de la provincia de Diyarbakir, en la región suroriental del país, de mayoría kurda, dos personas murieron y dos resultaron heridas durante una discusión en un colegio electoral que acabó en un tiroteo.
Algunos observadores internacionales que habían acudido a título individual adicha región kurda se han quejado de que la policía ha tratado de obstaculizar su trabajo. Y medios opositores han denunciado algunas irregularidades en la conformación de las mesas electorales, por ejemplo, el nombramiento de militantes del AKP como presidentes de mesa.
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