Estados Unidos de América (EE UU), ataca por sorpresa a Siria. Se toma la decisión sin ser solicitado por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Según se refiere la decisión ha sido tomada por parte de su presidente Trump; no ha sido consultada por ninguna institución del propio Estado. Su presidente refiere que ha tomado tal decisión tras haber visionado las imágenes de niños gaseados. Ha entendido que tal gaseado lo ha realizado el presidente Sirio. El señor Trump se considera "señor de la vara" y decide condenar al pueblo sirio con bombardeo.
El presidente Trump sitúa al país fuera de la "justicia internacional"; se sitúa como sus soldados fuera del Tribunal Internacional de Justicia. Se sitúa en el ámbito de los criminales de guerra y genocidas.
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