martes, 30 de enero de 2018

No quiero engrasar los ejes de mi carreta. Ahora, una galga me ayuda.

Estaba pensando acerca de aquel que trata de conseguir para sí sin sudar aquello que otros han conseguido con su sudor.

Siempre, quien no suda, se lamenta de no ser receptor de aquello que se merece por no haber sudado, refiriendo que otris no le dieron la oportunidad de sudarlo.

Decía que pensaba mientras escuchaba a Yupanqui "los ejes de mi carreta"

Se dice que mientras la hormiga trabaja para su comunidad, la cigala canta para sí misma.

Siempre la cigala incordia a las hormigas por no engrasar los ejes de la carreta. Y, dicen estas porqué los han de engrasar si s ellas les gusta oirles chirriar por el esfuerzo que supone aportar su trabajo a la sociedad que reconocen como propia.

Si observamos a los que se dedican hoy a la política son individuos que con cincuenta a sesenta años han vivido al amparo de una sociedad consentidora de su vaguedad conforme con alcanza algún día una renta de esta sociedad. Contínuamente recurren a la historia que sus padres les han contado: la alargada sombra de Franco. Sí, dicen bien, la sombra y no su presencia. Confunden la sombra con la presencia; tienen una doble vida: la de aquellos, ahora deseada. Y, la suya que les es imposible reconocer como propia.

Recuerdo a un paciente que mentía sobre la patología de su madre para recibir ingresos por atenderla. Pero hombre, no me puede decir que por atenderla se le produjo un cáncer de vulva, siendo usted hombre. ¿Es hombre o mujer?

Tal era que su abogado le representó por un cáncer de vulva contraído por atender a su madre con un cáncer de vulva.

La jueza me preguntó: Doctor Augusto, es posible que se contagie un cáncer de vulva?
Si estos dos hombres lo afirman, será posible.

Me parece lógico.

Y, que un hombre tenga vulva?

En esas profundidades no puedo entrar, son afirmaciones demasiado profundas para mi, aunque sí asistí a un paciente que aseguraba tener una hernia inguinal en el llombu.

Doctor Augusto, aprecio que no recuerda quien juzgó ese caso que refiere.

Ah, vaya, es verdad. Tendremos que ir a pasar el agua los dos.

Estos hechos narrados, son reales. El último era un paciente psiquiátrico. En ambos casos se acompañaban de abogado, como es preceptivo. Y, ambos comentamos la necesidad de un cambio curricular en Derecho y, la necesidad de un examen neuropsicológico para entrar en la Universidad y, también, para Primaria.

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