domingo, 28 de enero de 2018

La Reserva Palentina del bisonte

http://www.elnortedecastilla.es/palencia/nuevo-habitante-montana-20180128132314-nt.html






UN NUEVO HABITANTE PARA LA MONTAÑA DE PALENCIA


La reserva del Bisonte Europeo de San Cebrián de Mudá estudia la incorporación del buey almizclero, en peligro de extinción

Bisontes en San Cebrián./Eduardo Margareto-Ical
Bisontes en San Cebrián. / 
EDUARDO MARGARETO-ICAL
El Norte
EL NORTE
La Reserva del Bisonte Europeo, ubicada en la localidad palentina de San Cebrián de Mudá, está estudiando la incorporación del buey almizclero a su espacio natura. Una especie que dotaría a la reserva de un componente “exótico” para atraer a los visitantes y que contribuiría a la generación de biodiversidad en la Montaña Palentina. Así lo avanzó el responsable de la reserva y alcalde de la localidad, Jesús González, quien destacó que este tipo de iniciativas suponen un aliciente para frenar la despoblación que vive Castilla y León.

En 2010...

Por el momento, el Ayuntamiento de este pequeño pueblo del norte de Palencia, ya cuenta con el visto bueno de la Asociación de Zoológicos Europeos, tras haber analizado la flora y la fauna de la reserva y de la zona, así como las características de la meteorología en el norte palentino. Y es que, se trata de una especie en peligro de extinción y característica de los países nórdicos, según informa Ical.
“Intentaremos desarrollar esta experiencia piloto con cinco hembras y dos machos, para ver si esta especie se puede introducir en la reserva”, concreta el responsable de la reserva, quien explica que con este tiempo de iniciativas la localidad pretende romper una lanza en favor de la preservación de la biodiversidad en la Montaña Palentina.
Con la llegada de estos nuevos habitantes al norte de la provincia, este pequeño pueblo busca abogar por una especie que cuya única función sea la generación, precisamente, de la biodiversidad a cambio de que “el hombre pueda también seguir entrando en contacto con la naturaleza”.
Hay que destacar que, este pariente de la cabra es un superviviente nato que sigue paciendo entre los arbustos de sauce y en las praderas mientras resiste temperaturas invernales inferiores a los 40 grados bajo cero.
La mayoría de bueyes almizcleros de Europa viven al sur, oeste y noreste de Groenlandia; pequeñas poblaciones reintroducidas sobreviven también en Femundsmarka y Dovrefjell, en Noruega, y en Härjedalen, en Suecia.
La especie también se están reintroduciendo en ciertos enclaves de la tundra rusa. La lana de buey almizclero recibe el nombre de qiviut en lengua inuit y se considera una de las lanas más calientes que existen, comercializada a un precio aproximado de 1.000 euros el kilo.
Apuesta por el medio rural
Con la incorporación de esta especie, la Reserva del Bisonte Europeo pretende dar una puntada más a su trabajo por la pervivencia del medio rural en la comarca. Y es que, este recurso recibió más de 6.000 visitas durante el pasado año y, en lo que va de 2018 la afluencia de turistas se incrementó notablemente. “Debemos mucho de esto al programa del aventurero de Jesús Calleja. Hemos notado mucho el tirón”.
“Estamos en total desequilibrio y es muy complicado que los pueblos tengan gente. Estamos buscando un modelo y un proyecto que tenga la fuerza necesaria para atraer a la gente y creemos que traer a nuevos animales tendrá efecto llamada”, dice el también alcalde de la localidad.
La Reserva del Bisonte Europeo cuenta con una veintena de hectáreas de monte entre las que abundan los robledales y la vegetación propia de las praderas. Así, con este territorio ubicado en la Montaña Palentina la iniciativa da la oportunidad de observar el hábitat de varios ejemplares de bison bonasus que viven en la reserva en semilibertad. El principal objetivo de este proyecto es la recuperación de esta especie histórica de la que en el año 1927 no quedó ni un sólo ejemplar en libertad, unas instalaciones que no constituyen una exposición o un zoológico sino que al visitante se le da la posibilidad de contemplar a estos animales, pero nunca la certeza.

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