A mis amigos, aquellos atraídos por el mar que es el morir y a quien asida a un tronco, atrapada en el remolino pudo salvar la orilla antes de llegar a la mar.
María, en Monterrey hizo que bailando el vals de las olas de Juventino Rosas, me dijo "iremos a Guanajuato y navegando por el río, llegar viejos a Puerto Vallarta, recordando el murmullo del río. No me prometas nada, naveguemos con nuestros hijos"
María, los dioses decidieron nuestro retorno, espero ese día que apoyes tu mano siniestra sobre mi hombro derecho y mi siniestra en tu cintura, mientras los dos sobre los dedos caminaremos sobre las olas ya mansas. Mírame a los ojos María que los niños están atentos.
La Odisea
Homero, hace 2.800 años
CANTO I.
Los dioses deciden en asamblea el retorno de Odiseo
Cuéntame, Musa, la historia del hombre de muchos senderos, que anduvo errante muy mucho después de Troya sagrada asolar; vio muchas ciudades de hombres y conoció su talante, y dolores sufrió sin cuento en el mar tratando de asegurar la vida y el retorno de sus compañeros. Mas no consiguió salvarlos, con mucho quererlo, pues de su propia insensatez sucumbieron víctimas, ¡locas! de Hiperión Helios las vacas comieron, y en tal punto acabó para ellos el día del retorno. Diosa, hija de Zeus, también a nosotros, cuéntanos algún pasaje de estos sucesos
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