Lo primero que mi padre me enseñó ha sido saber bien lo que eran las lindes de las tierras: calderin, calderón y cárcoba.
Toda superficie nunca es llana y, por ello que no es de fiar.
El caballo recela de los prados ya que se hunden bajo sus patas. Y por los caminos tambien recelan por ser resbaladizos.
Si frena, hazle caso y déjale que se desvíe. No le esploes ni le retengas el bocado.
Calcula bien los calderines y calderones. Para en las cárcobas.
Me enseñó a pintarlas.
Si yo me hubiera ocupado o, dejara a mi padre viajar a Guadalajara ese ańo para acompañar a sus nietos el día de su cumpleaños, probablemente Federico no hubiera caído del caballo.
El 4 de junio de 1984, dia de mi cumpleaños, y día antes de serlo de Federico y Maria, recibo un fax en el hospital enviado por Maria y comunicàndome que está grave en el hospital de Guadalajara tras caerse de su caballo "morenito".
Hablo con el hospital (sección baja de médula cervical). Hablo con María madre y hermana para animarlas.
Hacemos misa en la noche.
Tres dias mas tarde llego a tiempo para enterrarlo junto con su abuelo y bisabuelo.
El mismo dia 5, su hermano Martín y la madre de este, Joëlle, están con ellas y las acompañaran un mes, trayéndolas todo el verano a su casa en Francia. Nos veremos en Madrid en dos ocasiones.
Federico, descansa en paz.
El dia 4 de septiembre de 2010, María se casa con Miguel en Oviedo. De padrinos fueron Joël y Martín. Yo no pude ir, estaba en el hospital.
Hoy tenemos a Augusta Federica, con séis años y poco morenita.
Miguel es nacido en Puebla, de abuelos naturales de Coimbra.
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