En la Edad Media, los asaltantes a los caminantes y violación a las mujeres hace que los "Reyes" dispongan de funcionarios, o nobles para defensa de los caminantes.
Ello obliga a la agrupación de casas para reducir la exposición a los asaltantes en los caminos.
Antes, los reyes, situaban a los funcionarios, o nobles en los pasos de ríos, o puentes realizando imposición de pagos por la fuerza, hecho que impone a llevar tesoro consigo a los caminan. Es este hecho el que provoca el asalto, o la aparición de asaltantes.
La agrupación en casas, o Polas a los labriegos y vaqueros hace que se brinda defensa Real (Señores, Duques) a través de impuestos por funcionarios, o nobles. Los inmuebles y animales quedan sin amparo de sus dueños, por lo que los asaltantes se ceban. Ante ello, los reyes disponen de funcionarios, o nobles para su defensa, a cambio de nuevos impuestos.
Los labriegos y vaqueros tienen como tesoro con el que pagar los impuestos reales, sus tierras, cosechas, ganados e hijos. Así, los labriegos y ganaderos pagan sus impuestos con sus hijos como soldados, mujeres que crían a los hijos de los nobles y del Rey. Así es como se van constituyendo los ejércitos Reales, a partir de los ejércitos de los Nobles.
Por otro lado, les pagan con sus cosechas, sus ganados y las tierras que trabajaban.
Así es como aparecen los Nobles y su relación con los Reyes.
Así es como los Nobles se hacen con las tierras de los labriegos que las trabajan.
Así es como los Nobles se hacen con las tierras de los labriegos que las trabajan.
Así es como aparecen los caminos de peregrinación, justificantes de cobros de impuestos.
Así es como aparecen los nobles y su relación con los Nobles de la Iglesia.
Así es como aparecen las relaciones entre Reyes y Nobles de la Iglesia. Como los Nobles de la Iglesia se hacen con tesoros, tierras y ejércitos.
Así es como los ejércitos de Reyes y del "Rey" de la Iglesia, o Papa, se unen, se alían para defender sus intereses comunes.
Así es como Reyes luchan entre sí para defender lo robado por cada uno de ellos.
Así es como los que trabajan la tierra contemplan pasivamente ser robados.
Hoy, los hombres que trabajan la tierra buscan protección entre sí emigrando a poblaciones mayores que sus aldeas, donde los Reyes, los Nobles de estos y los nobles de estos les prestan a sus hijos robados, sus animales robados, a sus cosechas robadas y, lo hacen robándoles para devolverles lo que previamente les han robado, su trabajo, sus tierras, sus cosechas, sus animales. Y, también les roban sus casas abandonadas. Todo lo hacen por el interés de protegerles de los ladrones que los campesinos no son capaces de reconocerles. Para que no les reconozcan como los ladrones, estos les mantienen en la ignorancia de la sucesión de los hechos, en la ignorancia de la historia.
El mismo proceder de los Reyes y la Iglesia han seguido para devolverles la salud que les han robado a los que trabajan la tierra que les han robado.
Este perverso comportamiento está en la naturaleza de todos los seres: robar movidos por la envidia, el deseo irefrenable de tener aquello que el otro tiene y que él no supo tener por sí mismo. Mata al poseedor para no reconocer su incapacidad creadora.
Así es como los ejércitos de Reyes y del "Rey" de la Iglesia, o Papa, se unen, se alían para defender sus intereses comunes.
Así es como Reyes luchan entre sí para defender lo robado por cada uno de ellos.
Así es como los que trabajan la tierra contemplan pasivamente ser robados.
Hoy, los hombres que trabajan la tierra buscan protección entre sí emigrando a poblaciones mayores que sus aldeas, donde los Reyes, los Nobles de estos y los nobles de estos les prestan a sus hijos robados, sus animales robados, a sus cosechas robadas y, lo hacen robándoles para devolverles lo que previamente les han robado, su trabajo, sus tierras, sus cosechas, sus animales. Y, también les roban sus casas abandonadas. Todo lo hacen por el interés de protegerles de los ladrones que los campesinos no son capaces de reconocerles. Para que no les reconozcan como los ladrones, estos les mantienen en la ignorancia de la sucesión de los hechos, en la ignorancia de la historia.
El mismo proceder de los Reyes y la Iglesia han seguido para devolverles la salud que les han robado a los que trabajan la tierra que les han robado.
Este perverso comportamiento está en la naturaleza de todos los seres: robar movidos por la envidia, el deseo irefrenable de tener aquello que el otro tiene y que él no supo tener por sí mismo. Mata al poseedor para no reconocer su incapacidad creadora.
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