El fiscal belga niega a la fiscal española a pagar la estancia de los inmigrantes catalanes. También se niega a pagar los gastos de regreso a Madrid.
No decide sobre quién pagará la traductora al neendarlés del catalán y viceversa. Tampoco emite ls factura de sus gastos ni los del advocaat flamenco representante de los inmigrantes cstalanes.
Sí les restringe la estancia a no salir del país para no incurrir en gastos de desplazamiento de él mismo.
En un mes decidirá sobre si les mantiene con movimiento por todo el territorio belga o se lo resrtinge al barrio bruxelense de los terroristas yihadistas, por su relación los andaluces/catalanes o, les altres catalans.
Nota.- Resolución congruente con mi experiencia en Bélgica cuando era un joven educado. Una pensión flamenca me duplicó la factura. Hasta que ptotesté me habló el paisano en francés. Cuando protesté me comenzó a hablar en holandés. Le puse la factura que había acordado al entrar. Me cogió por la camisa, era verano, le dí un puñetazo lughon quedando sangrando por las aguileñas narices. Me salí tranqiilo mientras él emitía sonidos que no entendí pero supongo que llamaba a mi madre. ¡Soy español!, le contesté por si alguno había puesto su pica en la suya.
Nota.- Estoy seguro que Bélgica pasará factura a España por las "picas" puestas en Flandes por los trabuqueros catalans y los gastos de reserva hechos por la fiscal madrileña.
Nota.- Los belgas y los catalanes tienen mucho en común. Lo dicho.
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