domingo, 4 de febrero de 2018

El tratamiento del cáncer hoy.

















http://www.laverdad.es/murcia/mitad-casos-cancer-20180204005102-ntvo.html










«Más de la mitad de los casos de cáncer se curan con el tratamiento adecuado. Hay que superar ya los tabúes»



José Luis Alonso, en un box del hospital de día de La Arrixaca, donde se suministran los tratamientos de quimioterapia./Martínez Bueso
José Luis Alonso, en un box del hospital de día de La Arrixaca, donde se suministran los tratamientos de quimioterapia. / Martínez Bueso


«Hay muchos tumores evitables con cambios individuales muy sencillos, y eso es una buena noticia»

Domingo, 4 febrero 2018, 17:09
  
Tres de cada diez mujeres y siete de cada diez hombres serán diagnosticados de un tumor antes de los 85 años. Lo advierten los epidemiólogos de la Consejería de Salud en su último informe sobre el cáncer, publicado recientemente. La realidad, tras los números, la combate a diario José Luis Alonso (Gijón, 1967), jefe del servicio de Oncología de La Arrixaca desde que en 2013 tomó el relevo del veterano Agustín Navarrete. Aunque las cifras asustan, el doctor Alonso es optimista. Las investigaciones avanzan a buen paso y, según la Sociedad Española de Oncología, el 53% de los casos de cáncer ya se curan.
-La incidencia del cáncer se ha disparado en las últimas décadas. Según datos del Servicio de Epidemiología de la Consejería, el número de casos de cáncer de colon se ha triplicado en 25 años en la Región entre los varones, por poner solo un ejemplo. ¿A qué obedece este crecimiento? ¿Es achacable exclusivamente al envejecimiento de la población o hay más factores?
-Hay un aumento evidente de la incidencia, pero debemos ser cuidadosos cuando analizamos este crecimiento, porque hay que tener en cuenta que ahora somos capaces de reconocer más casos que antes. ¿Cuándo hubo un aumento de la incidencia en cáncer de mama? Cuando se pusieron a punto los sistemas de diagnóstico precoz. Con el cáncer de colon está ocurriendo algo parecido. La gente está muy concienciada: hay campañas de cribado, se ha puesto en marcha el test de detección de sangre en heces, las colonoscopias son más frecuentes. Inevitablemente, se reconocen más casos que antes. Pero, sí, hay además un aumento de la incidencia porque la población está envejeciendo, y el cáncer es una enfermedad degenerativa. Conforme nos vamos haciendo mayores, se van acumulando los errores genéticos y eso acaba produciendo en algunas ocasiones cáncer.


Al detalle

Necesidad de inversión
«Hay que destinar más recursos, y eso implica plantas de hospitalización adecuadas y un hospital de día en condiciones»
Pseudoterapias
«No es infrecuente ver charlas de pseudociencias en algunas asociaciones de pacientes. Tienen que ser muy serias y selectivas»
Diagnóstico precoz
«Cuando esté extendido, el programa de cribado en colon llevará a un incremento espectacular de las posibilidades de curación»

Habla del diagnóstico precoz. El plan de prevención del cáncer de mama está ya consolidado, pero el programa de cribado en colon -un test de detección de sangre en heces a las personas de entre 50 y 69 años- sigue sin implantarse del todo en la Región.
-Tiene sentido extender cualquier programa de cribado que cuente con una evidencia contundente detrás. Hoy por hoy, y aunque esté cada vez más en discusión, no podemos rechazar la trascendencia del diagnóstico precoz en mama. Y, sin lugar a dudas, el programa con más evidencia ahora mismo, y que más va a cambiar la historia natural de la enfermedad en los próximos años, es el del cáncer de colon. En cuanto esté extendido, habrá un aumento de la incidencia y también un incremento espectacular de las posibilidades de curación.
-La Sociedad Española de Oncología (SEOM) asegura que hasta un 40% de los tumores son prevenibles. Es una cifra muy llamativa, que rompe con muchas ideas preconcebidas.
-Sí, pero es una realidad. Efectivamente, sí tuviésemos un estilo de vida globalmente más saludable, podríamos evitar, tal y como dice el informe de la SEOM, hasta un 35% o 40% de los tumores. Hay muchos cánceres evitables, y eso es una buena noticia. Estamos hablando de cambios individuales muy sencillos: dieta, actividad física, reducción de la grasa corporal, vacunaciones [la vacuna del virus del papiloma humano previene el cáncer de cuello de útero] y, por supuesto, eliminación de los hábitos tóxicos claramente relacionados con la aparición de tumores, como el tabaco y el alcohol en exceso.
-¿Qué tumores podríamos prevenir de manera más clara con estos hábitos saludables?
-Los más prevalentes: cáncer de mama, de colon. Algunos tienen factores de riesgo muy conocidos (el tabaco), como el cáncer de pulmón.
-¿Cuáles son los factores de riesgo en el cáncer de mama y de colon?
-Son tumores que están relacionados con hábitos de vida poco saludables: la ingesta exagerada de grasas, la ausencia de actividad física, determinados tipos de comida.
-Otro dato aportado por la SEOM esta semana: el 53% de los casos de cáncer se curan. Es una afirmación muy rotunda que choca con la imagen que todavía tenemos de la enfermedad.
-Sí, es así. Más de la mitad de los cánceres se curan con el tratamiento adecuado; debemos olvidarnos ya de una vez de ese tabú que relaciona cáncer y muerte. Todo depende mucho del tipo de tumor. Para que se haga una idea, en los años 70, las posibilidades de curación del cáncer de mama eran del 50%. En el periodo 2010-2017, se han situado en el 86%. Del 50% al 86% en solamente 30 o 40 años. Es espectacular. ¿Qué ha cambiado ahí? La concienciación de la población, las campañas de diagnóstico precoz y la mejora en los tratamientos.
-En cuanto a esa mejora en los tratamientos, ¿hacia dónde van las nuevas terapias?
-Fundamentalmente, hacia la individualización. Estamos consiguiendo empezar a conocer desde el punto de vista biológico las características de muchos tumores. Eso nos da la oportunidad de diseñar tratamientos más individualizados. Ahora mismo, prácticamente no hay ningún tumor en el que no podamos contar con la ayuda de un estudio genético para encontrar una diana terapéutica. El paradigma es el cáncer de pulmón, donde hemos mejorado la supervivencia y donde la mortalidad creo que va a cambiar en los próximos años.
-Se habla mucho de inmunoterapia y de nuevos fármacos que superen la quimioterapia convencional. ¿Por fin vamos a contar con tratamientos no tan agresivos?
-Ese es un concepto que me gustaría aclarar. Lo que estamos cambiando son las toxicidades. Las náuseas, los vómitos, las fiebres, las caídas de cabello, están desapareciendo en favor de otras toxicidades distintas: reacciones cutáneas, diarreas, mucosas, trastornos inmunológicos. Es decir, los nuevos tratamientos no están exentos de efectos secundarios, lo que ocurre es que son, en general, menos frecuentes y distintos a los que estábamos acostumbrados a manejar hasta ahora. Desaparecen sobre todo aquellos efectos que hacían del cáncer algo un poco tabú, como la alopecia.
-¿Cuáles son las líneas de investigación más importantes en las que están participando los oncólogos de La Arrixaca?
-Tenemos una relación muy potente con la investigación clínica. En estos momentos contamos con 30 o 40 ensayos clínicos en marcha con nuevos fármacos para cáncer de mama, ovario, cérvix, colon, pulmón, cabeza y cuello, páncreas, hepatocarcinoma. La lista es interminable. Estamos trabajando con inmunoterapia en ensayos muy innovadores, y estamos empezando además a hacer ensayos en fase 1 (la más precoz). Pero, además, también hacemos investigación traslacional, colaborando en proyectos relacionados con el melanoma o el cáncer de ovario. Tenemos un proyecto en marcha con peces cebra, y estamos tratando de conocer la biología más precisa de un subtipo de tumores de cáncer de mama, los triple negativos, que son muy difíciles de tratar. Si somos capaces de hallar dianas terapéuticas sería muy ilusionante.
-¿Un paciente de Murcia tiene el mismo acceso a los ensayos clínicos que uno de Madrid o Barcelona?
-Probablemente, el número de ensayos clínicos en hospitales con más población o que tienen más trayectoria investigadora sea mayor, pero estamos representados en la mayoría de ensayos que pueden ser útiles para la población. Además, en aquellas situaciones en las que no puedes llegar a facilitar un ensayo clínico al paciente (en La Arrixaca), intentamos que lo admitan (en el hospital en el que se esté llevando a cabo). Hay centros que tienen más experiencia en una enfermedad concreta o en un determinado grupo de fármacos. Nosotros, por ejemplo, somos referencia nacional en un registro de embarazos y hormonoterapia. Es un proyecto para comprobar si las pacientes que han sufrido un cáncer de mama pueden suspender el tratamiento hormonal, quedarse embarazadas y recuperar posteriormente la hormonoterapia, sin que esto suponga un problema.
-Más allá de los ensayos clínicos, ¿hay dificultades en el acceso a nuevos tratamientos, especialmente caros?
-Eso, que era algo históricamente difícil, ha cambiado mucho con la nueva actitud de la Agencia Española del Medicamento y con la Comisión Regional de Farmacia. Ahora mismo, tenemos pocas dificultades para conseguir fármacos nuevos. Somos muy selectivos con la evidencia, los nuevos medicamentos tienen que tener una evidencia contrastada.
-¿Detectan en las consultas un auge del discurso anticientífico?¿Se encuentran con pacientes que rechazan los tratamientos y optan por pseudoterapias?
-Hemos vivido ese discurso, pero no creo que precisamente este sea un momento de auge. No me gusta hablar de medicina alternativa, no hay alternativa a la medicina. Además hay una forma de demostrar las alternativas, que es mediante ensayos clínicos.
-En Murcia hay organizaciones que han introducido teorías como la de la bioneuroemoción, según la cual los tumores son resultado de emociones, y pueden curarse mediante el control de dichas emociones. ¿Les llegan pacientes con este tipo de teorías?
-Nos llega de todo, también pacientes que quieren abandonar los tratamientos. Como médico, soy un mero acompañante del paciente. Tengo que transmitirle mis razones, la trascendencia e importancia de lo que está haciendo, y por supuesto siempre respetar su decisión. Pero tiene que ser una decisión informada. Mi preocupación es que el enfermo tenga la máxima información desde el primer momento para que decida lo mejor para él. Desde que soy oncólogo, y ya llevo muchos años, puedo recordar, de golpe, diez tendencias que han durado no más de seis meses, o un año. Van cambiando, desde la aleta de tiburón a la enzima prodigiosa, en la que que gracias a Dios ya nadie cree. Son cosas tan poco sensatas que incluso mueren de éxito. Tienen un pico y de pronto desaparecen.
-El problema es si alguien abandona los tratamientos mientras dura alguna de esas modas. Esta semana hemos conocido la sentencia de un curandero que ha sido absuelto tras 'tratar' a un paciente que abandonó la quimioterapia.
-Lidiar con la pseudoinformación es una de las cosas más complejas. Ahora mismo, la mayoría de la gente viene informada, pero de sitios muy peligrosos. Habitualmente, de internet. Tengo que hacer un llamamiento a las asociaciones de pacientes. Deben ser muy serias y muy selectivas, porque no es infrecuente ver charlas de pseudociencia en las asociaciones. Últimamente estoy recibiendo gente que viene de charlas en las que se habla de hacerse una mastectomía profiláctica, de dejar de comer azúcar porque 'alimenta' al cáncer, de la alcalinización de la sangre... Animo a los organizadores a que por supuesto sean libres para tomar sus decisiones, pero que contrasten antes con alguien dedicado al cáncer que sea de su confianza, porque con esas iniciativas se pueden generar muchos problemas.
-La mejora de las instalaciones del servicio de Oncología de La Arrixaca está encima de la mesa desde hace mucho tiempo. Hubo, de hecho, un proyecto de hospital oncológico que quedó olvidado. El hospital de día sigue ubicado en un edificio antiguo y con poco espacio. ¿Cuáles son las necesidades del servicio y de los pacientes?
-Lo primero, tenemos que pasar del modelo tradicional de los servicios a unidades interdisciplinares: unidad de mama, de hígado, de tumores esofágicos, de sarcomas, ginecológicos, etcétera. En La Arrixaca tenemos la grandísima ventaja de contar con unidades que funcionan bien, pero hay que reconocerlas y dotarlas de recursos. La realidad es que está aumentando la incidencia, la prevalencia y la supervivencia. Eso lo que hace es acumular el número de pacientes. Hay que destinar más recursos al tratamiento del cáncer, y eso implica plantas de hospitalización adecuadas [ahora mismo, Oncología ingresa enfermos en diferentes plantas por falta de espacio]. Por supuesto, necesitamos un hospital de día en condiciones, con accesibilidad y niveles de seguridad razonables, con espacio y organización adecuados. Todo eso sería absolutamente básico.

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