Aquí recordmos a Emilio Rojas, su esposo.
También recuerdo mi conversación con Don Juan Rojas.
Cuando llegué a Málaga siempre me acompañaban las comidas con tomate rojo con aceite de oliva y sal.
En Asturias siempre el tomate era verde y este me gustaba. En casa de don Juan me enseñaron a comer el rojo. Con él la conversación versó sobre los colores: él tenía conocimiento descriptivo del color, yo le hablé del Tratado de Óptica de Newton.
La inversión del azul en rojo. Yo le hablé de la relación entre el azul y el ocre, entre el sol y la tierra, entre el padre y la madre. Y, el hijo verde.
Tengo que traer a mi su obra.
ONETO A ANDALUCÍA
Juan Morales Rojas (1918-1991)
Cielo azul entre campos soleados,
desde Jaén a Córdoba la Llana.
Una lírica gracia sevillana
y un bálsamo de olivos plateados.
Carabelas y afanes preparados
al alborear en Huelva la mañana,
de la gloriosa gesta americana
de marinos por Dios iluminados.
Cádiz, napoleónica e isleña.
Gloria mediterránea malagueña.
Y un mar de fandanguillo en Almería.
España admira, absorta y asombrada,
la infinita belleza de Granada.
¡Belleza sin igual de Andalucía
Cielo azul entre campos soleados,
desde Jaén a Córdoba la Llana.
Una lírica gracia sevillana
y un bálsamo de olivos plateados.
Carabelas y afanes preparados
al alborear en Huelva la mañana,
de la gloriosa gesta americana
de marinos por Dios iluminados.
Cádiz, napoleónica e isleña.
Gloria mediterránea malagueña.
Y un mar de fandanguillo en Almería.
España admira, absorta y asombrada,
la infinita belleza de Granada.
¡Belleza sin igual de Andalucía
No hay comentarios:
Publicar un comentario