Mañana, día 8 de septiembre, se conmemora la ayuda prestada por Santa María, madre de Jesús crucificado como sacrificio a Dios su padre, por los pecados de los hombres, seres imperfectos, que Él, intencionadamente creó, para su regocijo eterno.
Santa María hizo posible que se retrasase el ocaso del sol en la montaña sabida de Covadonga y, con ello, los soldados astures y cántabros comandados por el príncipe Pelayo y el duque Pedro I, pudiesen rechazar la conquista de Asturias y la reconquista de Cantabria por parte de los mahometanos que les perseguían desde Cillaperlata donde les habían batido en retirada en la primera batallacde ataque por cristianos a mahometanos, tras la entrada de estos ennla península y dar muerte a Don Rodrigo, vigésimo séptimo y último rey godo cristiano peninsular y tenindo como "comes capitii" a Pelayo, acogido en su corte tras huir de Asturias al ser asesinado por los suyos, su padre Favila, era hijo del conde visigodo Agila y de su mujer Divigra y, por tanto, tío paterno y primo tío materno de Pedro de Cantabria.
Tras ser tomado el ducado de Cantabria por los mahometanos, su duque, Pedro I, acudió al duque de Asturias, Pelayo, aliándose a través del casamiento de sus hijos, Alfonso y Hermesinda, para tomsr la iniciativa frente al mahometano, saliendo a su encuentro,:hecho que sucede en Cilla Perlata, donde la Virgen María realiza el mismo milagro ya descrito para Covadonga.
Así, mañana, celebramos el auxilio de Nuestra Señora.
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