Ayer hablaba con mis hijas.
El cine Alejandra en Barcelona, era de los que en aquella época se les decía de arte y ensayo. Tenía 16 butacas y las películas estaban fuera del circuito comercial. No tenían traducción, no tenía doblaje.
Eran dirigidas las películas por un crítico que exponía la estructura técnica, básicamente producción, dirección y contenido.
Moderaba la discusión.
Pagaban entre 50 y 100 pts según audiencia a partir del primer pase que se suponía medía a quién dirigía.
Un beso. Buena noche.
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