http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/nuevas-excavaciones-confirman-20170926203357-ntvo.html
Apenas nueve días de excavaciones en la cueva de El Pendo durante este mes de septiembre han bastado a los investigadores para confirmar una de sus principales hipótesis previas a la entrada en la gruta situada en Escobedo el año pasado, cuando el equipo dirigido por Edgard Camarós, arqueozoólogo del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, presentó en sociedad su ambicioso proyecto científico para buscar en las entrañas de Camargo la explicación a la evolución de la especie humana y su desarrollo cognitivo. Ahora, en el segundo año de campaña, los trabajos de campo han acreditado que la cavidad suponía un asentamiento permanente y continuado durante miles de años para los neandertales. Hasta la fecha se tenía constancia de la presencia estable de homo sapiens, por lo que el descubrimiento permitirá a los académicos escrutar el desarrollo humano a lo largo de 80.000 años, aproximadamente.
Camarós, al que acompañan como codirectores Marián Cueto y Pablo Arias, del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de la Universidad de Cantabria, no oculta su emoción. «Solo en la cueva de Kebara, en Israel, estamos viendo niveles similares a los de aquí. Con una cantidad de fuego como hemos encontrado, y durante tanto tiempo continuado, en la península Ibérica no hay nada equiparable».
LAS CLAVES
- Equipo
- Ocho personas han participado en esta segunda campaña en El Pendo divididas en trabajo de campo y laboratorio.
- Antigüedad
- Los científicos creen poder estudiar diversas áreas de la cueva con una antigüedad de hasta casi 80.000 años.
- Financiación
- El único temor de los arqueólogos pasa por mantener la financiación para llevar a cabo su programa.
El responsable del proyecto explica el propósito de las labores llevadas a cabo sobre el terreno desde el pasado día 18, una actuación bajo el suelo que concluye hoy. «Hemos trabajado en la zona antigua, la de Santa Olalla, dejando abierta una superficie muy interesante para excavar en 2018. Es una zona de transición, del Paleolítico Medio al Superior, cuando se produce el cambio del neandertal al homo sapiens. Estamos hablando de hace 50.000 o 60.000 años. También tenemos claro lo que hay en la otra área antigua, la de Carballo. Es la época Magdaleniense, hace 14.000 años, y el año que viene vamos a intervenir», explica Camarós. «Es el espacio donde salieron numerosas piezas de arte mueble. Ahí esperamos tener hallazgos porque el potencial de El Pendo es impresionante. Visto lo que hemos descubierto, aquí hay trabajo para varias generaciones de arqueólogos».
En esa 'enciclopedia' de la evolución humana que suponen los cerca de 25 metros de altura y más de 80 de profundidad de la cavidad camarguesa -dimensiones que en unos u otros momentos de la Historia permitieron una superficie habitable próxima a los 600 metros cuadrados- los científicos han encontrado un 'tomo' clave, el que recoge el salto que dio lugar a la transición entre la especie neandertal a la más sofisticada homo sapiens. Todo ello con el fuego como elemento nuclear para articular el proceso durante miles de años pues, como abunda Camarós, «las hogueras no solo servían para calentarse, sino igualmente para cocinar y socializar. Aprender a cocinar el alimento favoreció que la mandíbula no necesitara ser tan desarrollada y liberase espacio para un cerebro de mayor tamaño. También fue muy importante la socialización, pues donde hay contacto entre grupos y relaciones entre ellos hay saltos evolutivos. Es evidente que aquí ha habido una ocupación muy dilatada en el tiempo», apunta mientras señala con un puntero los diferentes estratos de cenizas que alberga la gruta.
El año 2018, clave
Las tareas desarrolladas estos días no son sino el pórtico del trabajo que tendrá lugar en 2018, un año que supondrá «un antes y un después» en el proyecto, avanza su director. «Nuestra idea es trabajar en una horquilla muy amplia. Aquí tenemos la biblioteca del cerebro humano y lo que vamos a hacer es leer los diferentes tomos en varias zonas a la vez. Vamos a estudiar la roca a nivel microscópico en laboratorio. Ahora vamos a procesar el material para abrir en superficie el año que viene. Hasta ahora lo hemos hecho en vertical para entender la antigüedad. La próxima campaña es la que nos permitirá conocer cómo era la vida alrededor de los fuegos. Si había reuniones, se comía, se dormía... Muchos más detalles», dice Camarós.
Eso en el área de Santa-Olalla. En la de Carballo, con la vista puesta en el Magdaleniense, lo que se va a buscar es la respuesta a «por qué en El Pendo había esta riqueza de grupos y sus relaciones. Aquí podía haber siete u ocho grupos de forma simultánea». Cabe recordar que hace 50.000 años los humanos de esta zona de Cantabria eran cazadores y recolectores, unas comunidades conformadas por 35 o 40 individuos generalmente.
Por el camino siguen aflorando multitud de útiles de diverso acabado. Respecto a potenciales nuevas pinturas, no se descartan más hallazgos, sobre todo gracias al uso de las nuevas tecnologías.
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