El concepto de vivienda está íntimamente unido al de vivir y familia.
La vivienda está íntimamente unida al de campesino.
La vivienda mantiene una relación totalmente (no opuesta) inversa al de mercado.
Los alimentos, el agua y el descanso no son objetos de mercado; la vida no es objeto de mercado.
En la Edad Media la vida era objeto de mercado; el punto crítico de intersección entre la oferta y la demanda, está representado por dios, o señor que le representa. Es el noble, o funcionario (función es el resultado, o producto final de un trabajo, o actividad) aquel que utiliza como instrumento (elegido por dios, o señor).
En el Renacimiento, este punto crítico está representado por el hombre, por la razón, instrumentado por el noble.
Yo soy un hombre perteneciente a la "alta" (elegido por el "consejo del pueblo") nobleza campesina asturiana; nunca he sido funcionario. Como mi padre lo es, como mis hijas lo son.
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