CIENCIA
Crean el mapa más grande de la materia oscura en el universo jamás hecho
Por Ángela Bernardo 3/08/17 - 17:38
- Tras un año de observaciones, el Dark Energy Survey publica sus primeros resultados.
- Los datos corroboran las estimaciones realizadas sobre la energía y la materia oscura, permitiendo comprender un poco mejor la evolución del universo.
Los científicos que participan en la colaboración internacional del Dark Energy Survey (DES) han presentado la medida más precisa realizada hasta la fecha sobre la estructura a gran escala del universo actual. La serie de artículos científicos publicados, que abren una nueva era en la historia de la cosmología, determinan la cantidad y distribución de la materia oscura en el universo actual, con una precisión que rivaliza con las medidas del cosmos primitivo estimadas por la misión espacial Planck de la Agencia Espacial Europea.
Los resultados del Dark Energy Survey corroboran la teoría de que el 26% del universo está compuesto de materia oscura, una misteriosa forma de la materia que no emite radiación como para que podamos observarla. Sus datos, tras un primer año de observación, cubren una trigésima parte del cielo y fueron recogidos a partir de dos métodos para medir la materia oscura. Por un lado, los investigadores desarrollaron mapas de posiciones de galaxias y, por otro lado, midieron de forma precisa las formas de 26 millones de galaxias lejanas para poder mapear los patrones de materia oscura a lo largo de miles de millones de años luz, gracias a una técnica denominada lente gravitacional.
Para llevar a cabo estas mediciones, el consorcio internacional creó una serie de métodos para determinar las minúsculas distorsiones que las lentes gravitacionales producen en las imágenes obtenidas sobre las galaxias lejanas, un problema que es invisible al ojo humano. Así han podido desarrollar de forma simultánea el mapa más grande jamás hecho de la materia oscura presente en el cosmos, un esfuerzo cartográfico que resultó en la imagen inferior. Este nuevo mapa es diez veces más grande que el realizado por el Dark Energy Survey en 2015. Cuando se completen los cinco años de observación de DES, los científicos esperan que el mapa sea tres veces mayor que la fotografía publicada ahora.
Los resultados presentados por el Dark Energy Survey son similares a las predicciones para el universo actual que se hicieron a partir de las medidas de la misión espacial Planck sobre el pasado lejano. Tal y como cuenta el Institut de Física d'Altes Energies (IFAE) en un comunicado, este acierto se podría explicar con la metáfora entre un árbol (DES) y una semilla (misión Planck). Si fuéramos capaces de plantar una semilla y predecir con acierto cuál será la altura del árbol que crecería a partir de ella, el éxito de Planck y DES sería parecido a viajar hacia el futuro y realizar una fotografía que demostrase que la predicción sobre la altura del árbol era correcta.
La investigación determina además que el espacio se compone en un 70% de energía oscura, también invisible, que está detrás de la expansión acelerada del universo. La existencia de este tipo de energía, que tiene un efecto repulsivo contra la atracción sobre la materia, fue planteada en su forma más simple por primera vez por el físico Albert Einstein hace más de un siglo. "Por un lado es emocionante poder confirmar las predicciones del modelo estándar y aportar los resultados más precisos sobre el ritmo de crecimiento de estructuras cósmicas. Pero todavía no hemos encontrado una pista definitiva de por qué el universo se está acelerando", ha explicado Enrique Gaztañaga, investigador principal en el Institut de Ciències de l'Espai (IEEC-CSIC).
Las observaciones realizadas han sido posibles gracias al instrumento principal del DES, la Dark Energy Camera, considerada como una de las cámaras astronómicas más potentes que existen a día de hoy. Sus 570 megapíxeles le permiten obtener imágenes de galaxias situadas a ocho mil millones de años luz de la Tierra. Los resultados de la investigación permiten comprender un poco mejor la forma en la que el cosmos ha ido evolucionando a lo largo de sus 14.000 millones de años historia, en especial la particular 'batalla' que han ido librando estas formas misteriosas de materia y energía. "Los próximos años nos pueden deparar sorpresas acerca del lado oscuro del universo", ha destacado Eusebio Sánchez, investigador responsable del proyecto en el CIEMAT.
CIENCIA
El rival chino de CRISPR-Cas que resultó ser un fiasco
Por Ángela Bernardo 03/08/17 - 13:22
- Argonaute fue promocionado como una herramienta de edición genómica mejor que CRISPR-Cas9.
- Sin embargo, el sistema AgNgo resultó ser un fiasco: los investigadores chinos finalmente se han visto obligados a retirar su artículo científico.
A última hora de la tarde de ayer, un grupo de investigadores anunció en la revista Nature la que con toda probabilidad será la noticia científica del año. El sistema CRISPR-Cas9 había modificado el genoma de embriones humanos para 'borrar' una mutación relacionada con una grave enfermedad cardíaca. Cuando apenas han pasado unas horas para asimilar los resultados, que suponen un auténtico bombazo y que cuentan con implicaciones éticas y jurídicas profundas —al haber creado embriones humanos únicamente con fines de experimentación—, la edición genómica vuelve a estar en el punto de mira.
El motivo, esta vez, es muy diferente. Detrás del innegable éxito de CRISPR-Cas9, también ha habido fracasos y decepciones. En mayo de 2016, un equipo de científicos chinos anunció en Nature Biotechnology el desarrollo de una herramienta para editar el genoma procedente de la bacteria Natronobacterium gregoryi. El nuevo sistema, que recibió el nombre de Argonaute o NgAgo, fue promocionado como un 'bisturí molecular' igual o mejor que CRISPR-Cas, recibiendo una importante atención mediática en China, donde se publicaron más de 4.000 noticias en los dos meses siguientes a la difusión del estudio del grupo de Chunyu Han. El rival chino de CRISPR-Cas9, sin embargo, ha resultado ser un fiasco.
"Los datos han hablado"
Los resultados publicados por los investigadores chinos fueron puestos pronto en cuarentena. Como en cualquier estudio científico, otros equipos del mundo trataron de replicar sus experimentos para comprobar que las conclusiones eran ciertas. Sin embargo, diferentes grupos comenzaron a alertar meses después acerca de los problemas de reproducibilidad del artículo publicado en Nature Biotechnology. La falta de reproducibilidad, que ha llegado incluso a afectar a trabajos impulsados por premios Nobel, supone que los resultados obtenidos por diferentes investigadores no eran consistentes con los originales. Los conflictos sobre la reproducibilidad, que han sido frecuentes en áreas como la psicología o la biología del cáncer, pronto empezaron a planear sobre el máximo rival de CRISPR-Cas9.
El sistema de Argonaute era la cuarta generación de herramientas para editar el genoma, después de la llegada de otras proteínas como las TALENs, las ZFNs y, por supuesto, el 'bisturí molecular' más conocido, CRISPR-Cas9. Pero las expectativas sobre AgNgo, que fue inicialmente descrito en un trabajo publicado en Nature en el que participaron investigadores españoles, empezaron a desinflarse rápidamente. El científico Gaetan Burgio expresaba sus dudas sobre Argonaute en un artículo publicado en Medium. "No he encontrado evidencia estricta de que NgAgo sirva para editar el genoma", afirmaba el profesor de la Universidad Nacional de Australia.
El investigador Lluís Montoliu, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), se sumaba a las críticas iniciales tras intentar repetir sin éxito los experimentos con Argonaute. "No existen evidencias de la actividad de edición genómica", escribió el científico español en la página web de su grupo, donde ha recopilado los diferentes trabajos publicados en torno al sistema NgAgo. Diversos estudios posteriores, difundidos en Protein Cell, Nature Biotechnology o Biotechniques, pasaban del escepticismo inicial al rechazo frontal sobre las esperanzas puestas en el rival chino de CRISPR-Cas9.
Las críticas en la comunidad científica sobre la falta de reproducibilidad de Argonaute obligó a la propia Nature Biotechnology a publicar en noviembre de 2016 un editorial donde expresaba sus reservas acerca de los resultados positivos dados a conocer previamente. La revista afirmaba estar en contacto con el grupo de Chunyu Han y con otros equipos para determinar por qué las exitosas conclusiones iniciales sobre NgAgo parecían no ser consistentes. Casi diez meses después, Nature Biotechnology ha tenido que difundir un nuevo editorial donde lamenta los esfuerzos, el tiempo y el dinero perdido para tratar de replicar los experimentos iniciales. Los datos acumulados en los dos últimos años en contra han llevado hace unas horas al propio grupo de Han a retirar el artículo científico al ser incapaces de reproducir los resultados originales.
"La publicación del paper sobre NgAgo no fue el final del proceso científico", defiende el editorial de Nature Biotechnology, que también alaba el poder de las redes sociales, que sirvieron como un canal rápido y eficaz para que la comunidad científica alertase sobre la falta de reproducibilidad de los experimentos iniciales, poniendo en duda las expectativas generadas sobre Argonaute. Además, la revista reconoce que por el momento no ha encontrado evidencia de que los resultados del equipo de Han fueran manipulados, comprometiendo la integridad científica del trabajo. "En el caso de NgAgo, el tiempo ha llegado y los datos han hablado", concluye el editorial donde se explica el fracaso del gran rival chino de CRISPR-Cas9. La evidencia disponible ha demostrado que Argonaute ha terminado siendo un fiasco. Parafraseando al mexicano Vicente Fernández, CRISPR-Cas sigue siendo el rey.
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