Rajoy deja la Seguridad Social con un déficit crónico de 10.000 millones y sin la mitad de la hucha de las pensiones
- El número de ocupados crece cuatro veces menos que el de pensionistas
- La devaluación salarial y el paro de larga duración condicionan los ingresos
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¿Qué le pasa a la Seguridad Social que no hace más que engordar su agujero presupuestario a pesar de la mejoría del empleo? Los últimos datos del Ministerio de Empleo son preocupantes: registró un déficit de 5.337 millones de euros hasta octubre, a pesar de la mejoría que ha experimentado el empleo en el último año y medio.
Estos datos contrastan con las cifras del sistema al inicio de la legislatura: en octubre de 2011, justo antes de las elecciones generales de aquel año, la Seguridad Social registraba un superávit de 5.610 millones. ¿Qué ha ocurrido en estos cuatro años?
Por un lado, los ingresos son menores que entonces, a pesar de la recuperación de la ocupación en los últimos meses. Según los últimos datos, hasta octubre las cuotas supusieron unos ingresos de 83.787 millones de euros, lo que supone un descenso del 3,4% respecto al nivel registrado en los diez primeros meses del ejercicio 2011.
A pesar de que es la partida más relevante, la clave de este descenso no está en el régimen general. En octubre de 2015, las cotizaciones procedentes del régimen general ascendieron a 63.235 euros, con un incremento de apenas un 1% respecto al nivel registrado cuatro años antes gracias al repunte de la ocupación. Hace unos meses, el sistema recuperó los 17 millones de ocupados y a día de hoy alcanzan ya los 17,2 millones, casi 100.000 más de los que había cuando llegó Rajoy. Aunque el empleo se recupera, lo cierto es que los nuevos ocupados no generan tantos ingresos como antes debido tanto a la llamada devaluación interna (bajada de salarios de los nuevos empleados) como a las bonificaciones a la contratación aprobadas por el Gobierno.
Hay 800.000 parados cotizando menos que en 2011
Una de las claves de la caída de los ingresos es el paro de larga duración debido a que los parados que reciben una prestación contributiva también cotizan a la Seguridad Social, pero, una vez que dejan de percibirla, ya no realizan esta aportación. Y este colectivo no ha hecho más que bajar desde la llegada de Rajoy a La Moncloa. En 2011, había 2,77 millones de desempleados cotizando, mientras que ahora son 800.000 menos.
Y este descenso se traduce también en un fuerte descenso de los ingresos por sus cotizaciones sociales: hasta octubre, la Seguridad Social obtuvo 5.633 millones de euros, lo que supone un descenso de más de un 33% respecto al nivel que registraba en octubre de 2011.
El gasto en pensiones sube un 9,1%
El otro factor que contribuye a ampliar el agujero presupuestario del sistema es el incremento de los gastos, fundamentalmente debido a la subida del gasto en pensiones. Según los datos de Empleo, actualmente hay 8,48 millones de pensionistas (y más de 9 millones de pensiones), lo que suponen más de 400.000 más de los que existían en el ejercicio 2011. En términos económicos, el gasto en pensiones ha crecido un 9,1% en estos cuatro años, hasta situarse en 108.117 millones de euros hasta octubre.
Con más gastos y menos ingresos, la Seguridad Social se encamina a cerrar el año con un déficit en torno al 1% del PIB (unos 10.000 millones de euros), según la Airef. Esto supondría una desviación de casi 5.000 millones de euros. Y para el próximo año el desfase será aún mayor, del 1,5% del PIB, a pesar de que el Gobierno espera un déficit de sólo un 0,3% del PIB.
Si 2015 cierra con un déficit superior al 1% del PIB, el agujero de 10.000 millones de euros se habrá registrado en los cuatro años de Gobierno de Mariano Rajoy y, en vista de las previsiones de la Airef, amenaza con convertirse en crónico. Y más si medidas como el retraso de la edad de jubilación siguen sin fraguar.
Además, el Gobierno, para evitar emitir más deuda con la que cubrir el déficit de la Seguridad Social, ha recurrido todos los años al fondo de reserva de la Seguridad Social, del que ha sacado ya más de 37.000 millones de euros y que menguará en otros 4.000 aproximadamente antes de que acabe el año. En septiembre, sus fondos eran de 44.335,21 millones de euros.
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