La salud y la enfermedad son bienes intangibles y singulares del individuo.
No se pueden tomar para ser utilizados por otro individuo.
La salud y la enfermedad no pueden ser utilizados como objetos de mercado; no pueden ser ofertados ni demandados.
La salud y la enfermedad corren en paralelo, no interseccionan, no tienen "punto M" del mercado.
La salud y la enfermedad no pueden ser robadas y, por ello, tampoco vendidas. No son objetos ocultables al Mercado del que no son presa.
Los "ecónomos" de la salud y de la enfermedad no pueden ejercer como prestamistas. Por este motivo, se separan los "prestamistas"
(aseguradoras de riesgo, o contingencia) de los ecónomos, o sanitarios.
Hay administradores de recursos sanitarios como intermediarios entre los prestamistas y los ecónomos.
Hay administra
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