EMPRESAS TECNOLÓGICAS

Orange España crea filiales para sacar valor a sus redes



Laurent Paillassot, consejero delegado de Orange España.

El grupo francés quiere monetizar sus infraestructuras fijas y móviles dando entrada a inversores en los negocios de torres y de fibra óptica.
Orange ha invertido masivamente en España en redes fijas y móviles en las últimas décadas. Y ahora, pretende sacar rentabilidad económica directa poniendo en valor esos potentes activos y dando entrada, eventualmente, a inversores.

Así, Orange España prevé crear una filial para agrupar los activos de emplazamientos de telecomunicaciones móviles -torres y equipos instalados en azoteas- en el mercado español, a los que podría aportar hasta 7.700 activos, según anunció ayer el consejero delegado de la multinacional francesa, Stephane Richard, en su conferencia del Día del Inversor.
España y Francia serán los primeros países de Europa en los que constituirá estas filiales de torres, en 2020, una iniciativa que se extenderá a todos los países europeos en los que tiene presencia -ocho en total- con 40.000 emplazamientos.
Richard señaló ayer que la estrategia de estas empresas de torres o towercos es la de mejorar la eficiencia operativa y elevar la tasa de compartición -que cada torre tenga más de un operador alojada, para ahorrar costes-, así como "hacer entender mejor y revelar la calidad y el valor de esos activos".
Con todo, la compañía ha asegurado que mantendrá el control de estas sociedades y que, además, en el futuro, previsiblemente se integrarán en una sociedad europea -en la que Orange seguiría manteniendo el control- para "aprovechar las oportunidades de consolidación del mercado de torres a nivel europeo".

Empresas de fibra

Igualmente, la compañía ha decidido poner en marcha filiales similares a las de torres, pero destinadas a la fibra, que el grupo llama fibercos. De nuevo España -junto con Polonia, los mercados con más desarrollo de fibra además de Francia-, será de los primeros países en los que se crearán filiales de fibra, para "aprovechar las oportunidades de consolidación", beneficiarse de una mejor la compartición de redes con otros operadores y "eventualemente" dar entrada a terceros, es decir, a inversores financieros.
En el fondo, la estrategia anunciada ayer por Orange en cuanto a redes es similar a la que expuso la semana pasada Telefónica, aunque la española prevé unificar desde el principio todos sus negocios monetizables, mientras que Orange empieza por cada país, para unificarlos después.
Por otra parte, la multinacional no convenció a los mercados, especialmente por la previsión de dividendo futuro de un mínimo de 0,70 euros por acción hasta 2023, cuando los inversores esperaban más, así como por el anuncio de que el pico de inversión no se alcanzará hasta 2022, cuando previamente se esperaba que hubiera llegado en 2018. Esas noticias contribuyeron a tumbar la acción, que cayó un 4,45%, hasta 13,73 euros por título, con una capitalización de 36.522 millones.
Orange aprovechó también para explicar que la fuerte competencia en España, especialmente en el bajo coste, provocará que la filial no pueda volver a crecer en ingresos hasta 2021. Sin embargo, previsiblemente continuará invirtiendo en infraestructuras ya que lanzará su red 5G en 2020, como en la mayoría de Europa, según ha explicado el grupo. También ha anunciado oficialmente que para 2023 la red de fibra pasará de 14 millones de hogares a 16 millones, gracias, en parte, a acuerdos de compartición.