jueves, 1 de agosto de 2019

Las madres longevas consecuencia de abuelos longevos.

VOX impone la creación de una unidad de nacimientos para resolver el problema de la baja natalidad.

La baja natalidad no está producida por los convivientes sino por una vida larga de los mayores de 65 años.

Es una consecuencia y no la causa.
 España es la nación con más de 65 y 85 años.

La solución es alargar la vida con salud y, con ello, la calidad de la salud laboral y la salud jubilar, o emérita.

Los estudios poblacionales que hice en 1982 ya anunciaban este comportamiento.

Se estimaba más del 25% con edad superior a 65 años y tasa de nacimientos tendente a cero y en padres biológicos con más de 45 años.





Las españolas son las europeas que más retrasan el nacimiento de su primer hijo

El 8,8% da a luz por primera vez pasados los 40 años, más tarde que en cualquier otro país europeo

maternidad españolas
Una mujer embarazada de gemelos. GETTYIMAGES
España se ha convertido en el país europeo donde las mujeres entran en la maternidad a una edad más tardía. La estadística publicada por Eurostat este jueves indica que el 8,8% de las españolas tiene su primer hijo ya superados los 40 años, un porcentaje que no alcanza ninguno de los otros 27 socios comunitarios. La tendencia se ha acentuado. En el dato anterior, de dos años antes, eran las italianas las que ocupaban ese lugar, pero la proporción de españolas que da a luz más tarde ha crecido a mayor velocidad.
El fenómeno no ha ocurrido de un día para otro. Las mujeres que dan a luz con 40 años o más han aumentado en España un 63% en los últimos 10 años, entre 2008 y 2018. Y es habitual ver a España situada entre los países donde la emancipación de los jóvenes del hogar familiar llega a una edad más tardía (29 años), con una tasa de fecundidad baja (1,25 hijos por mujer), y una media de edad para concebir el primer bebé elevada (31 años).
Las españolas son las europeas que más retrasan el nacimiento de su primer hijo
Hay expertos que advierten de que más de la mitad de las mujeres que no serán madres hubieran deseado serlo, pero finalmente no han podido tras una espera demasiado prolongada, falta de trabajo adecuado, problemas para acceder a la vivienda en un entorno de precios alto o falta de ayudas del Estado. Otras prefieren dar ese paso aunque sea a una edad mucho más avanzada que en el caso de sus madres, un cambio cultural que prioriza contar con una estabilidad económica y laboral por encima de lanzarse a la maternidad sin red.
Italia y España también lideran, por ese orden, los nacimientos en los que las madres tienen más de 50 años, muy lejos del rango mayoritario del 92% que según la agencia estadística comunitaria se convierte en madre entre los 20 y los 39 años. "Métodos como la reproducción asistida permiten extender la edad a la que se tienen hijos, pero no hacen milagros. En las estadísticas de fecundidad en España vemos que un 25%-30% de las mujeres que no son madres a los 40 años no lo son porque no se quedan embarazadas", apunta Albert Esteve, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Para el investigador, tras los datos hay también causas económicas. "Evidencia las dificultades de los jóvenes en España para reproducirse. Estamos entre los países donde la emancipación se da a edades más tardías, y detrás de todo eso hay precariedad laboral, bajos salarios o problemas para encontrar vivienda, que hacen que la gente no se pueda emancipar cuando quiera".
El mapa europeo de los nacimientos muestra una clara división. En el Sur hay una menor tasa de madres jóvenes y mayor de tardías. En el Este sucede lo contrario: Bulgaria y Rumanía —donde una de cada ocho madres lo son antes de los 20 años seguidas de Hungría y Eslovaquia, lideran los alumbramientos juveniles, y el número de mujeres que deciden ser madres pasados los 40 es residual. Esa realidad, unida a una tasa de fecundidad más dinámica y una menor esperanza de vida provoca un rejuvenecimiento del Este europeo frente al envejecimiento del Sur.
En España, tener un hijo antes de los 30 años va camino de convertirse en una anomalía. El 60,2% de las madres primerizas lo tienen en el intervalo de entre 30 y 39 años, la tasa más alta de la UE. En Grecia, Irlanda, Italia y Luxemburgo también es más común dar a luz por primera vez en la treintena que en la veintena.
"Si las parejas retrasan cada vez más los hijos y las madres lo son a una edad madura, muchas pueden acabar no teniéndolos, y eso está pasando en España. Más del 20% de las nacidas en los años setenta no tendrá hijos. No estamos en el caso de Japón que llega a casi el 30%, pero a largo plazo puede haber consecuencias. Por ejemplo, al llegar a la vejez no dispondrán de una red familiar que pueda cuidar de ellos y habrá que preparar otros sistemas de protección", explica Diego Ramiro, experto en demografía del CSIC.
En el otro extremo, Bulgaria y Rumanía son con diferencia los países que sufren un problema más grave con los embarazos a corta edad. En ambos, los embarazos de madres de 10 a 14 años supusieron el 0,3% del total, una tasa muy superior a los estándares europeos. En España se registraron en 2017 un total de 41 nacimientos en ese rango de edad, apenas el 0,02% de los 194.465 niños nacidos aquel año. Según Eurostat, Dinamarca, Italia, Eslovenia y Holanda están entre las que mejor combaten la maternidad adolescente.
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