TRANSPORTE Y TURISMO
El 'AVE del desierto' completa su primer viaje de Medina a La Meca
El tren de alta velocidad ha culminado el trayecto de 450 kilómetros en dos horas y 52 minutos.
El AVE entre las ciudades saudíes de Medina y La Meca, construido por el consorcio español Al Shoula , ha recorrido hoy por primera vez y en fase de pruebas toda la línea que configurará su recorrido habitual, un trayecto de unos 450 kilómetros.El tren ha empleado dos horas y 52 minutos para completar "satisfactoriamente y sin incidencias" el trayecto y superó los 300 kilómetros por hora, máxima a la que circulará comercialmente, en el tramo que une las estaciones de Medina y KAEC (Ciudad Económica Rey Abdalá), sita en la costa del Mar Rojo. El pasado mes de julio ya se alcanzó esta velocidad en el primer viaje de prueba completo entre Jeddah y Medina.
Han sido testigos de su viaje inaugural el ministro saudí de Transporte, Nabil al Amudi; el embajador español, Álvaro Iranzo; el presidente de la Saudi Railways Organization -organismo público árabe promotor del 'macroproyecto'-, Rumaih Mohammed Al-Rumaih; el presidente y el director general del consorcio de empresas públicas y privadas españolas constructor del AVE, Jorge Segrelles y Álvaro Senador-Gómez, respectivamente; representantes de dichas compañías y otras autoridades saudíes.
El siguiente paso será la puesta en marcha de su servicio comercial, acordada para el mes de marzo de 2018. Eso sí, quizás no se cumplan los plazos ya que se están produciendo retrasos en las obras de tres de las estaciones, de cuya construcción se encargan empresas locales.
Fuentes del consorcio explicaron ayer que esto no impedirá que el AVE a La Meca siga realizando sus anunciados 'viajes de demostración' (con invitados, no con pasajeros al uso) porque se ha habilitado una zona en estos recintos para poder efectuarlos. En concreto, a partir de este domingo se realizarán dos viajes por sentido todos los viernes y sábados de las próximas diez o doce semanas.
Compromiso cumplido
Las empresas encargadas de desarrollar la segunda fase del proyecto, entre las que figuran doce españolas -ADIF, Cobra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa, Ineco, Indra, OHL, Renfe y Talgo- y las saudíes Al Shoula y Al Rosan, se habían comprometido a realizar una demostración de servicio antes del final de 2017, por lo que hoy era el día límite para cumplir con su palabra.
Dicha fase fue adjudicada al consorcio a finales del año 2011 por 6.736 millones de euros y abarcaba el diseño y la colocación de las vías y de su "superestructura" (la electrificación y los sistemas de seguridad y comunicación). Asimismo, el contrato incluía su explotación y mantenimiento durante doce años y el suministro de 35 trenes -más uno especial para la familia real árabe-.
Las dificultades técnicas que conllevaba el proyecto llevaron en 2016 a aplazar la entrega de las obras 14 meses respecto a la fecha prevista en un principio. Para solventar estos problemas derivados de su ubicación, el consorcio implantó una treintena de tecnologías específicamente diseñadas para que el AVE se adaptara a la arena y al calor del desierto.
Casi diez años de trabajo
La andadura del 'AVE de los peregrinos' comenzó en julio de 2008, momento en el que las autoridades saudíes emprendieron la licitación para la construcción de una red ferroviaria de alta velocidad entre las ciudades santas islámicas de Medina y La Meca. La primera fase del proyecto fue adjudicada en 2009 por 1.320 millones de euros.
En octubre de 2011, con la segunda fase, llegó el protagonismo del consorcio español, que firmó el contrato correspondiente en enero de 2012 en Riad y cuyos trabajos comenzaron en octubre de ese mismo año.
Un año después, Renfe comenzó a formar a los 160 maquinistas que se incorporarían al proyecto y en 2014 Talgo inició la fabricación de los primeros Talgo 350 (conocido como "pato") que cubrirán la línea. Estos trenes, que desembarcaron en Oriente Medio ese mismo año, comenzaron a circular sobre los raíles saudíes en fase de pruebas en julio de 2015.
2016 marcó un punto de inflexión en el 'macroproyecto' ya que los sobrecostes y las demoras en los plazos de entrega generaron tensión entre Arabia Saudí y España, una situación que finalmente se solucionó cuando, tras arduas negociaciones, el país anfitrión otorgó 14 meses más al consorcio español y se comprometió a ponerse al día en los pagos y a abonar 150 millones de euros más por los costes no previstos en el momento de la adjudicación.
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