HISTORIA
La Cocina Económica fue fundada en el año 1888 por representantes de distintos sectores de la ciudad, reunidos a instancias del Excmo. y Rvdmo. Sr. Fray Ramón Martínez Vigil, obispo de Oviedo, en un momento en el que Asturias vivía uno de los peores temporales de nieve que se recuerdan y cuyos efectos repercutieron especialmente entre las capas más pobres de la población ovetense. El Sr. Obispo designó a los miembros de una Comisión presidida por él mismo, el Gobernador Civil, el Presidente de la Diputación y el Alcalde de Oviedo.
Esta comisión encargada de procurar el establecimiento del que en un principio se denominó "tienda asilo", surgió a raíz de una conferencia sobre enfermedades epidémicas presentada por el doctor D. Arturo Álvarez Buylla. La necesidad de dotar a las clases pobres de alimentos más sanos, nutritivos y baratos quedó claramente reflejada en uno de los párrafos dedicados por el diario "El Carbayón" a la noticia.
El 4 de mayo de 1909 se constituye como Asociación civil, cuyo Presidente nato fue el Sr. Obispo y el primer Presidente efectivo D. José Díaz Ordóñez, se aprobó el primer Reglamento, en el que se declaraba constituida una sociedad titulada “Cocina Económica de Oviedo”, cuyo objeto se definía en los siguientes términos: “ Facilitar a las clases menesterosas alimentación sana y nutritiva a precio ínfimo, y satisfacer, en la medida que sus recursos lo permitan, necesidades de orden intelectual y moral, dentro de los más rigurosos principios de la Religión Católica , Apostólica y Romana. ”. Para el cumplimento de estos fines, decía el Reglamento, “ dispone la Sociedad de local adecuado para instalar cocinas y comedores, donde se servirán, mediante bonos que se expenderán al público, raciones condimentadas; y en cuanto sus recursos lo consientas, dará enseñanza y alimento a niños y pobres y creará instituciones de protección para los necesitados de ella física o moralmente .”.
El 12 de enero de 1918, siendo Presidente D. Policarpo Herrero Vázquez, se incorpora a la Junta, como Administrador, D. Benjamín Ortiz Román, manchego de nacimiento y ovetense de adopción, quien en cuerpo y alma se entrega a la Institución, asumiendo por delegación de la Junta Directiva la gestión de la COCINA y la atención espiritual a los usuarios y a la propia Comunidad , Mantuvo su vinculación hasta su fallecimiento el 6 de febrero de 1961.
Inicialmente la Institución facilitaba a los necesitados pan y café. Posteriormente se logró suministrar, además del pan, café con leche, y es a partir de 1909 cuando se comienza a facilitar alimentación más completa.
Foto EdificioLa primera ubicación de la institución fue en la Plaza de San Miguel, y se denominó "Tienda Económica". En el año 1894 se inauguró el comedor benéfico, en un solar cedido por el Ayuntamiento de Oviedo en la C/ Quintana, y allí permaneció hasta el año 1948, en que se traslada a su ubicación actual, en la calle San Vicente nº 6.
Prácticamente desde su inicio las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul constituyen el pilar que permite cumplir los fines a los que se ordena la Institución, y desde entonces y hasta ahora de forma ininterrumpida despliegan su eficaz e impagable aportación, como siempre, en beneficio de los sectores más necesitados. La reciente concesión del premio Príncipe de Asturias de la Concordia es justa recompensa a una labor de de forma abnegada y eficaz realizan la Congregación, y debe destacarse, por ser de justicia, la aportación de las trabajadoras que prestan sus servicios en la COCINA ECONOMICA , con un altísimo grado de cumplimiento y fidelidad.
En 1968, al ya existente comedor de caridad se le sumó otro destinado para dar de comer a estudiantes, trabajadores, empleados y todos aquellos que por diversos motivos se encontrasen lejos de sus hogares. Es importante resaltar que ambos comedores el mobiliario, vajilla, servicio y menú eran idénticos. Este modelo, que permitió dar a conocer la Institución a amplios sectores de la población al tiempo que satisfacer las necesidades de estudiantes y trabajadores, a la postre y después de un cuarto de siglo, no fue posible mantenerlo, por lo que la actividad de la COCINA se ha reconducido a la atención de los sectores más necesitados de la población.
En 1978 se aprueban nuevos Estatutos, adaptados a la Ley de 24 de Diciembre de 1964, posteriormente modificados el 9 de febrero de 2004, para adaptarse a la Ley Orgánica 1/2002 de 22 de marzo, reguladora del derecho de asociación, y en su artículo segundo consta la finalidad de la Asociación benéfica, recogiendo la idea fundacional:
La Asociación Benéfica Cocina Económica de Oviedo tiene como fines los siguientes objetivos de interés general:
• Facilitar a quienes lo precisen una alimentación sana y nutritiva a precio asequible.• Satisfacer, en la medida que los recursos lo permitan, necesidades de orden intelectual y moral.• Facilitar alimentación a personas desplazadas de su domicilio por razón de estudios, trabajo o cualesquiera otras circunstancias que a juicio de los Órganos de Gobierno de la Asociación, justifiquen la necesidad de atención.• El cumplimiento de cualquier otro cometido o realización de obra que acuerde la Asamblea General de la Asociación para resolver necesidades sociales.
En el mes de agosto de 2005 la COCINA ECONOMICA DE OVIEDO fue declarada Entidad de Utilidad Pública.
La Cocina Económica se financia con las aportaciones de los socios y benefactores. El Ayuntamiento de Oviedo, el Principado de Asturias y la Obra Social de Caja de Ahorros de Asturias contribuyen decisivamente al mantenimiento de la Institución, y otras entidades privadas generosamente suministran alimentos y servicios que permiten llevar a cabo la actividad que esta Institución desarrolla. Además es digna de mención la aportación personal del voluntariado.
Por su parte, los usuarios satisfacen una contribución simbólica de 50 céntimos por comida, sustancialmente inferior al coste del cubierto, haciéndose partícipes y protagonistas, además de beneficiarios, de la obra de la Institución. Sin embargo, nadie se queda sin comer si es que no dispone de esa cantidad, pues la atención al necesitado es absolutamente prioritaria
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