Conforme avanza el conocimiento de la ciencia y de la técnica se amplía el horizonte de lo problemático, de lo debatible, pero, a su vez, la condición de posibilidad para el progreso humano.
Sin embargo, este avance con respecto al inicio de la vida humana ha tomado, en estos años, derroteros antihumanos que suponen un claro retroceso en la imposibilidad de los científicos ante el ser humano frágil. Padecemos la transformación del verdadero sentifo de la ciencia y de la técnica. Estas ya no son entendidas al servicio de la vida humana, sino esta al servicio de aquellas, enfilando el abismo de la deshumanización de la lógica productiva. Deshumanización que se traduce en la aceptación de lo técnicamente posible como moralmente aceptable por lo que se oscurece en la conciencia de lss personas y de la sociedad la dignidad y el valor de la vida humana, relegando esta al estatuto de cosa u objeto.
En efecto, el ser humano ya no es una realidad que se recibe, sino que puede ser producida.
La ciencia es racional y no irracional, o creacionista.
El Estado de España es racional desde 1978.
El ser humano "no se recibe". El ser humano no es aquel tipo de vida elegido por dios alguno. Dios no lo deposita en la mujer. En los mamíferos lo deposita el macho. En los seres humanos deciden concebir y gestar.
La vida es aquella parte del mundo resutado de hidratar, nutrir y descansar.
Los seres humanos se asocian, geográficamente y telemáticamente constituyendo Estados con el fin de distribuir entre si los recursos psra hidratarse, nutrirse y descansar.
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