La persona siempre se ha concebido por un ser superior a él en cuanto a conocimiento. Siempre ha sido considerado sin autonomía. A su autonomía, siempre se consideró no autoprogramable.
Nunca se consideró un brazo de su creador.
La lucha dialéctica entre Miguel de Unamuno y Augusto Pérez, no es la primera vez que el ser creado se rebela contra su creador.
Cuando María me dijo que había elegido Bayona para vivir, supe leer en sus labios. Mamá también vendrá
Me han hecho estudiar, me han programado para realizar un trabajo y cuando obedezco a quien me creó no me da el trabajo por el que me diera el dinero que ansío recoger del suelo por el que me arrastro babeando la bota de mi creador. Este está autoprogramado y aquel, también.
https://elpais.com/elpais/2020/01/13/ciencia/1578934364_490067.html
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