Cuando hay un diagnóstico de artrosis degenerativa ha de tenerse en cuenta que es secundaria a una insuficiencia muscular degenerativa que, a su vez, es secundaria a radiculopatía a nivel intracananicular e intraforaminal. Que, a su vez es secundaria a disfunción vertebral.
La implantación de una prótesis articular ha de realizarse tras haber resuelto las causas primeras ya que la implantación no sería implantada ortésicamente.
Por otro lado, la prótesis a implantar no es la indicada por la articulación en cuanto a volumen de cabeza y clavo intramedular, sino por la proporcionada comercialmente.
Las consecuencias de estos hechos siempre son de dos tipos:
1. Dismetría, habitualmente acortamiento de la abrazadera de la prótesis, en particular cabeza, limitando su movilidad.
De igual modo acortamiento radicular provocando su disfunción perióstica, vascular, sensitiva y motora.
2. Sobrecarga asimétrica del canal medular clavado provocando la fragmentación de las paredes del canal enclavado.
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