La aurora es el límite inferior de una función, de un trabajo. De igual modo, el ocaso es el límute superior de la función, del trabajo.
La aurora es la llamada anterior a la entrada en una estancia. De igual modo la petición de permiso para salir de la estancia es el límite superior de la función, del trabajo.
No se pueden superar estos límites. De igual modo, no se pueden superar los límites de la velocidad de la luz. Por ello, no podremos movernos en el Universo y, mucho menos, ocuparlo, no hay traidores en el Universo que nos abra sus puertas. En el Universo, no mueren Bellidos Dolfos, no hay traidores como aquellos a los que se les dió confianza previa abriénsoles la puerta de ATR. Begoña, siento tu traición.
Ahora, el personal de esta alberguería, excepro la de limpieza, entra en mi habitáculo, sin aurora previa, confianza previa, no tendrán luz a su vida, a su día, a su dios, a su dios imaginado por su ignorancia hace 30.000 años. Begoña, has muerto entonces, ha sido tu pecado oriiginal del cual has sido perdonada, no es que yo haya traicionado.
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