Empresas y finanzas
Airbus dejará de fabricar su avión gigante A380 en 2021 y pone en riesgo 3.500 empleos en Europa
Jarro de agua fría de Airbus. El grupo europeo ha anunciado que a partir de 2021 pondrá fin a la producción del superjumbo A380, un avión destinado a revolucionar los viajes de lujo, después de que Emirates, su principal cliente, haya decidido recortar de 53 a 14 sus pedidos de la mastodóntica aeronave para sustituirlos por los modelos más pequeños A330-900 y A350-900, que le parecen más eficientes.
"Ha sido una decisión dolorosa para nosotros. Hemos invertido mucho esfuerzo, muchos recursos y mucho sudor (...) pero obviamente debemos ser realistas", ha asegurado el consejero delegado de Airbus, Tom Enders. Además, el primer ejecutivo ha alertado de que en las "próximas semanas" comenzará a dialogar con los agentes sociales, ya que la finalización del A380 afectará a entre 3.000 y 3.500 puestos de trabajo en Europa. Esta es la presencia de Airbus en España.
Las plantas en España, donde el grupo tiene nueve con 12.000 trabajadores, tampoco escapan a la incertidumbre. De momento, la decisión de Airbus afectará a las plantas de Getafe (Madrid), Puerto Real (Cádiz) e Illescas (Toledo).
Así las cosas, la compañía mete en la bodega al avión más grande del mundo, con dos pisos y espacio para 544 personas en su formato estándar. Fue diseñado para desafiar al legendario 747 de Boeing, pero nunca logró afianzarse, ya que las aerolíneas han mostrado su predilección por una nueva generación de aviones más pequeños y ágiles.
Los tropiezos del avión
Lo cierto es que el A380 contó desde el principio con problemas, tanto técnico como comerciales. En lo que iba a ser su vuelo inaugural, la compañía tuvo que retrasarlo ante los fallos en el cableado de los equipos del aparato. Finalmente, cuando el avión se embarcó en su primer vuelo comercial a finales de 2007, la crisis económica frenó el consumo y con ello los viajes.
Todo esto provocó que los clientes que inicialmente querían el superjumbo empezasen a pensárselo. Poco después, llegaron las cancelaciones. Aquí entra en escena Emirates, que en un primer momento no dudó en optar por el nuevo modelo. Muestra de ello fue que encargó 160 unidades, de un total de 337 unidades vendidas por Airbus (Singapore Airlines compró 24 y Qantas y Amedeo, 20 cada uno).
Estas cifras ponen de manifiesto la importancia y el riesgo de depender de un solo cliente. Y es que, lo que en un principio era un éxito comercial, poco a poco se fue convirtiendo en un fracaso cuando Emirates empezó a hacer cancelaciones, hasta quedarse con 14 pedidos. Con todo y a pesar de su decisión de optar por otros modelos, la aerolínea radicada en Dubai ha lamentado hoy el fatídico final para el A380.
"Emirates ha sido un partidario incondicional del A380 desde su inicio. Si bien estamos decepcionados por tener que abandonar nuestro pedido y tristes de que el programa no se haya podido mantener, aceptamos que esta es la realidad de la situación", dijo en un comunicado el jeque Ahmed bin Said al Maktoum, presidente y director ejecutivo de Emirates.
Airbus, por su parte, ha subrayado que el A380 es un "extraordinario logro industrial y de ingeniería", que seguirá volando "muchos años más" y que el fabricante dará un soporte "completo" a los operadores del A380.
Una provisión de 463 millones
Tras el fin del A380, la empresa ha realizado una provisión extraordinaria de 463 millones de euros por los costes de cierre, pero previsiblemente logre la condonación de 1.000 millones de euros en préstamos públicos europeos, que forman parte de un sistema de financiación que se encuentra en el centro de una disputa comercial con Boeing.
Y es que, la aeronáutica ha dado la noticia en el mismo día que ha anunciado sus resultados anuales de 2018: Airbus aumentó un 29% su beneficio el año pasado, hasta los 3.054 millones de euros. Una cifra que ha quedado por encima de los esperado y que le anima en bolsa.
Las acciones de Airbus cerraron en la bolsa de París con una subida del 3,2% y en la bolsa de Madrid ha crecido un 4,28%.
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