CUMBRE SOBRE CRISIS CLIMÁTICA
Empieza la cuenta atrás: Quince meses para salvar el clima y la Tierra
La ONU pide a los gobiernos un golpe de timón y más ambición ante los estragos del calentamiento, aunque los grandes países se alejan del Acuerdo de París
No quedan ni 10 años, ni 5 años. Quedan sólo 15 meses. Ese es el tiempo que dispone la comunidad internacional para ajustar y adecuar el Acuerdo de París a la emergencia climática. Fecha tope: diciembre del 2020. Lugar: Glasgow (Escocia). Es su última oportunidad para lograr un clima estable.
Por eso, la cumbre sobre cambio climático organizada por la ONU -Climate Action Summit 2019, Nueva York, 23 de septiembre- es clave para calibrar las perspectivas de éxito futuro en la lucha contra el calentamiento.
El encuentro ha sido organizado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para evaluar las promesas y losplanes de acción climática puestos en práctica por los gobiernos desde el Acuerdo de París (2015).
La ONU exige a los países un golpe de timón ante las insuficientes medidas adoptadas y el irrefrenable rosario de sucesos climáticos extremos.
Urge actuar
Los países deben presentar sus nuevas contribuciones de acción climática a finales del 2020, como fecha tope
Últimos informes
El encuentro se produce en un momento en que cunde la convicción de que los plazos se acaban para lograr estabilizar el sistema atmosférico y climático, y prevenir las peores consecuencias del calentamiento.
Los últimos informes de los expertos de la ONU apuntan que las actuales contribuciones anunciadas por los países se quedan lejos de los objetivos del Acuerdo de París.
En la cita de la capital francesa se acordó detener el incremento de temperaturas por debajo de 2 ºC respecto a los niveles preindustriales (y hacer un esfuerzo, incluso, para contenerlo en 1,5 ºC).
Pero las emisiones de gases invernadero sigue creciendo (un1,5% el año pasado).
Y si no se actúa con mayor exigencia, los termómetros subirán al menos 3 ºC, lo que anuncia nuevos estragos climáticos (olas de calor, deshielos, subidas del nivel del mar, mayor virulencia de los fenómenos extremos.).
El calendario de esos 15 meses
Los expertos (IPCC) alertaron el mes de octubre que para contener este siglo la subida de las temperaturas en un nivel seguro (por debajo de 1,5 ºC), las emisiones de dióxido de carbono (CO2) deberían reducirse un 45% para el año 2030. Sería, además, el paso intermedio en la senda para lograr más drásticas reducciones necesarias hasta el año 2050.
Bajo los actuales compromiso del Acuerdo de París (2015), los países firmantes (todos menos EE.UU) tienen de plazo hasta finalizar el 2020 para actualizar o mejorar los promesas, contribuciones o planes nacionales de acción climática (que tienen un período o calendario de duración u horizonte de entre 5 y 10 años: hasta el 2015 ó 2030).
Evitar más aumentos de temperaturas
Para alcanzar la reducción de gases del 45% en el 2030, las nuevas contribuciones se tienen que aprobar con suficientes antelación
Por lo tanto, eso significa que para alcanzar la reducción de gases del 45% en el 2030, las nuevas contribuciones se tienen que aprobar con suficientes antelación y ponerlas sobre la mesa de la ONU antes de que acabe el año 2020.
En ese año se celebrará una cumbre de Glasgow (Gran Bretaña).
En ella deberán presentar sus nuevos deberes todos los países.
Será la única oportunidad para evitar que el calentamiento se escape se escape de las manos.
Nueva York, cumbre para presionar
La cumbre especial sobre cambio climático organizada por la ONU persigue urgir a los países para que aceleren la adaptación de medidas.
“Estamos perdiendo la lucha contra el cambio climático”, admitió el miércoles pasado Antonio Guterres. “Espero que se produzcan anuncios y que se desvelen un número de planes significativos sobe reducción de emisiones en las próximas décadas y lograr la neutralidad climática en el año 2050”.
Guterres quiere que los gobiernos frenen la subida de emisiones, que ésta tenga su pico máximo en el año 2020 y confía en que en esta cumbre se den promesas acordes y coherentes con el objetivo global que reduzca las emisiones mundiales un 45% para el 2030.
Estrado reservado
El objetivo de la cumbre es aumentar la ambición de las contribuciones realizadas por los países en el Acuerdo de París, lo que supone la descarbonización de la economía en la segunda mitad de este siglo.
En concreto, se aspira a que a largo plazo los estados se comprometan a alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Mejorar las contribuciones nacionales ante la ONU
La ONU no plantea este encuentro como un espacio de negociación entre Estados sino que se centra en identificar acciones concretas
La ONU no plantea este encuentro como un espacio de negociación entre estados sino que éste se centra en identificar acciones concretas que puedan servir de referencia para actualizar las contribuciones nacionales al Convenio de Cambio Climático
Solo aquellos países que presenten compromisos y planes para aumentar su ambición climática podrán intervenir en la cumbre.
Naciones Unidas parte de la base de que ya existe un sistema de gobernanza consolidado, el Acuerdo de París, con unas reglas de funcionamiento y seguimiento, cerradas en la pasada cumbre del clima de Katowice (COP24).
Es, por tanto, el momento de pasar a la acción y de aumentar la ambición con compromisos firmes y revisables por la ONU.
Participación de España, habla la ministra
Para preparar la cumbre, se han identificado nueve áreas de acción, relativas a sectores especialmente importantes en la lucha contra el cambio climático. La ONU encargó a determinados países, organizaciones internacionales y otros actores que coordinen cada una de ellas.
España fue uno de los países nombrados por la ONU para liderar una de las coaliciones/iniciativas prioritarias de la cumbre. Se trata de una coalición por la justicia climática que persigue compromisos en tres ámbitos: transición justa, calidad del aire y iniciativas en materia de género.
Ministra para la Transición Ecológica
Teresa Ribera, cuya tarea está muy bien valorada en Naciones Unidas, intervendrá esta tarde
La ministra española, Teresa Ribera, cuya tarea es muy reconocida y valorada en el contexto de Naciones Unidas, intervendrá la tarde de este lunes.
Así, 19 países (entre ellos Francia, Reino Unido, España, Chile y Perú) presentaran sus proyectos en encuentros participativos y en los que se deberán mostrar los resultados más tangibles para que sirven de referencia a otros países.
“El compromiso con la descarbonización del país es lo que ha situado a España en una posición relevante en la cumbre de Nueva York y lo que ha motivado que lidere una de las coaliciones de la cumbre, junto a Perú”, señala el Ministerio para Transición Ecológica.
No se espera en cambio que intervengan algunas de los países que construyen o financian plantas térmicas de carbón (como Japón, Corea del Sur o Australia) aunque desarrollen planes para frenar las emisiones.
España se presenta en la cumbre tras haber aprobado el Plan Integrado de Energía y Clima 2021-2030, el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, la Estrategia Nacional de Transición Justa y la Estrategia de lucha contra la Pobreza Energética, abunda los portavoces del Ministerio.
Estrategia a largo plazo
Guterres urge a los países a que frenen los subsidios a los combustibles fósiles, dejen de construir plantas de carbón a partir de 2020 y establezcan un precio a las emisiones de carbono para desincentivar el uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas), hoy altamente bonificados.
También pide que los gobiernos activen las medidas hacia una transición energética para dar pasos más acelerados hacia las fuentes de energía renovables.
El objetivo global, demandado por los expertos, es lograr que para el año 2050 se consiga la neutralidad climática: es decir, que el balance de las emisiones de gases sea 0, o se aproxime lo máximo posible con el fin de lograr una descarbonización de las economía.
Algunos (12) que han diseñado una estrategia a largo plazo y que es compatible con el Convenio de Cambio Climático. Entre estas naciones están Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá o México así como algunos de los más altamente vulnerables países como Fiji o las Islas Marshall.
Esta es una prometedora señal de las decenas de naciones que ya han indicado que planean lograr la neutralidad climática
Contexto político
Decenas de mandatarios acudirán al encuentro de Nueva York, aunque la cita queda en parte deslucida por la ausencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Él no estará en la sede de la ONU, pero sí lo harán “representativas de alto nivel y una delegación que les acompaña”, según Luis Alfonso de Alba, enviado especial de Naciones Unidas para la Cumbre del Clima.
Política
El liderazgo ambiental de China se ensombrece por la guerra comercial y el temida desaceleración
La cumbre permitirá visualizar el liderazgo mundial ante la crisis climática, un cetro que China estaba en condiciones de asumir ante la renuncia de EE.UU. Sin embargo, esta perspectiva se ve ensombrecida por la guerra comercial entre estos países y la temida desaceleración.
Mientras tanto, la presidenta electa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha manifestado que quiere que Europa se convierta en la primera potencia neutra en carbono.
Mientras tanto, los candidatos demócratas de Estados Unidos (ante las próximas elecciones presidenciales) abonan una apuesta por promover el Green New Deal para catapultar las energías renovables y poner fecha de caducidad a los combustibles fósiles.
Quien sí estará presente es Greta Thunberg, junto con otro 100 jóvenes activistas y varios centenares más de los adolescentes que participaron este sábado en la cumbre de la juventud sobre la acción climática.
Grado de cumplimiento
Mientras tanto, la Tierra va camino de registrar aumentos de temperaturas que superan el umbral de seguridad climática.
Concretamente, sobre la base de los actuales planes de acción climática, las emisiones de gases de efecto invernadero aumentarán en un 10,7% por encima de los niveles de 2016 para el año 2030. Esta cifra es la que conduciría a un aumento de temperaturas de al menos 3 ºC respecto a las de la época preindustrial.
Este aumento es, por lo tanto, el doble de la meta marcada como techo por los gobiernos en 2015 en París y entra en total contradicción respecto al llamamiento efectuado por el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, a favor de aplicar recortes profundos para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC .
Insuficiente nivel de compromiso, por ahora
Ante la cumbre de acción climática, el Programa de las Naciones para el Medio Ambiente (PNUMA)
ha presentado un informe en el que señala que los miembros del G20, que representan el 80% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, aún no están asumiendo compromisos climáticos transformadores en la amplitud y escala necesarias.
PNUMA
“La mayoría de los países del G20 aún no están asumiendo los compromisos climáticos transformadores”
El documento señala concretamente que “la mayoría de los países del G20 aún no están asumiendo los compromisos climáticos transformadores”.
Las emisiones globales de gases de efecto invernadero han crecido a 1,6% entre el 2017 y el 2018 (y han alcanzado las 53,5 gigatoneladas de CO2-e en el 2017, incluidas las emisiones del cambio en el uso del suelo).
Sin embargo, el capítulo también ofrece una nueva perspectiva sobre oportunidades y oportunidades para descarbonizar la economía, a un costo más bajo que nunca.
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Otro informe de Naciones Unidas, dado a conocer la semana pasada (The Heat Is On: Taking Stock of Global Climate Ambition) revela que casi todos los países con altos niveles de emisiones de gases invernadero se están quedando rezagados en la lucha para afrontar al crisis climática con relación a las metas del Acuerdo de París.
Informe reciente
Al menos 112 países sí se han comprometido a actualizar sus planes para luchar contra el calentamiento global para el año 2020
Este informe señala que al menos 112 países se han comprometido a actualizar sus planes para luchar contra el calentamiento global para el año 2020. En este capítulo se incluye a muchos de los países en desarrollo, que son los más vulnerables al cambio climático (aunque los menos responsables de él). Estos 112 países representan sólo el 53%de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. El resto de países no se han mostrado muy explícitos aún o no piensan introducir modificaciones.
Nuevos llamamientos
Achim Steiner, administrador del PNUD declaró: “Desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015, muchos países -incluidos los más vulnerables- han adoptado medidas audaces para construir un futuro resistente, perdurable y con bajas emisiones de carbono para nuestro planeta. Están demostrando cómo ganar la carrera contra el cambio climático. Todos los demás tienen que dar un paso adelante, y rápido.
Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, declaró: “Sin una acción transformadora y sistémica, no mantendremos a salvo a nuestro planeta y a nosotros mismos. Algunas naciones ya se han fijado metas muy ambiciosas. Otros están buscando los modos de hacerlo. Es hora de que el resto del mundo se una y apoye sus ambiciones”.
El informe también considera positivos los movimientos registrados en la sociedad civil (ciudades, regiones, empresas...) deseosos de contribuir a la solución del problema.
Todo estos planes dibujan estrategias para reducir o frenar las emisiones en un horizonte hasta el año 2025 o 2030, según los casos.
Alarmados, emisiones al alza
Los expertos de la ONU se muestran alarmados ante el hecho de que las temperaturas ya han subido un más de 1 ºC por encima de las de la época preindustrial y que los últimos cuatro años han sido los más calurosos (incluyendo el mes de julio del 2019, que ha sido el mes más caluroso de todos).
Informes del IPCC
Las temperaturas ya han subido un más de 1 ºC por encima de las de la época preindustrial y que los últimos cuatro años han sido los más calurosos
Hay evidencias fortísimas de un cambio climático dañino, manifestado en la destrucción de los corales de arrecife, el deshielo del mar helado en el Ártico, la subida del nivel del mar, mientras sequías, inundaciones y huracanes experimentan un crecimiento más severo.
Emisiones excesivas
Aunque el Acuerdo de París comporta un compromiso para favorecer una rápida transición hacia una economía con energía limpia, las emisiones de gases de efecto invernadero volvieron a marca un récord el año 2018.
La Agencia Internacional de la Energía acaba de señalar por su parte que las emisiones de CO2 relacionadas con la energía crecieron un 1,7% en el 2018 con respecto al 2017, lo que constituye la tasa más alta de crecimiento desde el 2013.
Las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero totalizaron 50.800 millones de toneladas de CO2 en el 2016, un 48% más de las registradas en 1990, según el análisis del Convenio de Cambio Climático
Esta agencia también ha alertado de un cierto frenazo en la extracción de nuevas fuentes renovables después de dos décadas de crecimiento.
Nueva economía: el papel de las finanzas
La cumbre climática de la ONU reunirá no sólo a los gobiernos, sino también al sector privado, la sociedad civil, las autoridades locales y otras organizaciones internacionales para desarrollar soluciones ambiciosas en áreas como una transición hacia las energías renovables, infraestructuras y ciudades perdurables, la agricultura, el manejo de bosques y océanos, la adaptación a los impactos climáticos y el encaje de las finanzas públicas y privadas con una economía neta cero.
En todo el mundo, el precio de los paneles solares y de la energía eólica se ha reducido drásticamente. Y en muchas partes del mundo, las energía renovables son ahora la fuente de suministro con más bajo coste entre las nuevas instalaciones de generación.
En el encuentro volverá a debatirse el complejo asunto de la financiación a las naciones en desarrolle para facilitar las medidas de adaptación y mitigación.
En la reunión del G20, que se celebró el pasado mes de junio en Japón, los jefes de Estado acordaron que “para el 2020 tenemos el propósito de comunicar, actualizar o mantener nuestros planes de acción climática nacionales”, teniendo en cuenta que serán necesarios esfuerzos adicionales en el futuro.
El IPCC también alertó el mes pasado que para evitar la actual senda de calentamiento se necesitan también cambios en el uso del suelos (evitar la deforestación, proteger las tierras que neutralizan carbono, frenar la desertificación, reducir los cultivos destinados a alimentar el ganado, cortar el consumo de proteína animal…).El sistema alimentario supone el 23% de todas las emisiones de gases.
La Generalitat también está presente
El conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet, puso en valor la actuación del gobierno catalán durante su intervención en una mesa redonda celebrada en la sede de Naciones Unidas el sábado.
Ante la emergencia climática, recordó, “las principales políticas para revertir la situación son competencia” de los gobiernos no estatales”; por lo que defendió que estos “no pueden ignorar el potencial que tiene la acción climática de los gobiernos regionales”.
El gobierno de la Generaliat se ha comprometido, dijo, a “detectar y revisar cualquier normativa que vaya en contra de la emergencia climática y que favorezca la emisión de gases de efecto invernadero o que dificulte las acciones de adaptación”.
En el debate estuvieron presentes Patricia Espinosa y su predecesora, Christiana Figueres; el ex ministro de Perú y presidente de la COP20 Manuel Pulgar; el ex primer ministro francés Laurent Fabius; la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt; y el científico mexicano Mario Molina, Premio Nobel de Química por sus descubrimientos sobre el agujero de la capa de ozono.
En la delegación catalana también ha viajado Marta Subirà, secretaria de Medi Ambient i Sostenibilitat del Govern.
¿Se lucha lo suficiente contra el cambio climático?
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