Mi mano derecha por su cintura. Mi mano izquierda en tu hombro. En medio nuestros cuerpos.
Menchu, perdona si te hice daño, nunca quise. Un beso.
Sé que estás enferma de diabetes protoinsulínica y no me recuerdas. Yo sí, recuerdo aquel cuatro de agosto de mis catorce años en el Carbayu, bailando "es norma mia"
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