The Lancet Planetary Health

Estamos encantados de presentarle el número inaugural de The Lancet Planetary Health , una revista que se unirá a The Lancet Public Health y The Lancet Global Health para proporcionar un tercer pilar en un programa de acceso abierto que cubre la interacción entre la salud y los determinantes de salud en nuestro mundo viviente y físico.

¿Qué es la salud planetaria? ¿Y qué tipo de ciencia buscará esta nueva revista? En la Fundación Rockefeller - Comisión Lancet sobre Salud Planetaria, la salud planetaria se definió como la salud de las civilizaciones humanas y los sistemas naturales de los que dependen. Para explicar esta idea en términos más simples, debemos pensar en los seres humanos como una fuerza poderosa y creciente detrás del cambio ambiental que estamos presenciando hoy. Las alteraciones del clima, el agua, la tierra y los ecosistemas son un desafío para toda la vida en nuestro planeta, con serias implicaciones para la salud humana. La forma en que pensamos sobre el planeta necesita ser revisada, al igual que el enfoque que adoptamos al interactuar con él.

La salud planetaria es, por lo tanto, un nuevo enfoque interdisciplinario y transdisciplinario. Su objetivo no es solo investigar los efectos del cambio ambiental en la salud humana, sino también estudiar los sistemas políticos, económicos y sociales que rigen esos efectos.

Nuestra especie se había beneficiado durante mucho tiempo de la explotación de los recursos naturales del planeta. Pero ahora hemos ido más allá de un límite sostenible y aceptable: la degradación ambiental ha dado como resultado muchos resultados negativos. El brote de enfermedades infecciosas, como la malaria, el zika y el VIH / SIDA, son ejemplos claros de tal degradación. Todas estas enfermedades se originan en animales y reflejan la destrucción del delicado equilibrio de las condiciones ecológicas que han aumentado el contacto entre humanos y potenciales reservorios de enfermedades en la población animal. Como argumenta Richard Ostfeld en este número inaugural, estos depósitos tienden a persistir cuando se reduce la biodiversidad.

El cambio climático es otro efecto negativo importante de la degradación ambiental. Para salvaguardar nuestro planeta, debemos esforzarnos por mantener las temperaturas medias globales dentro de los 2 ° C por encima de los niveles preindustriales, como se negoció durante el Acuerdo Climático de París. Para lograr este ambicioso objetivo, los líderes políticos y el público por igual deben iniciar una transformación civilizatoria radical. En este número, Andy Haines analiza cómo las políticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero podrían generar una serie de beneficios colaterales para la salud. En el sector de la energía, por ejemplo, las políticas para reducir las emisiones de metano y carbono negro podrían reducir el número de muertes prematuras por la contaminación del aire exterior. En el sector de la agricultura, aumentar el consumo de vegetales y frutas podría mejorar la salud, pero también podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En el entorno urbano, la actividad física de caminar y andar en bicicleta podría ayudar a prevenir el riesgo de diabetes, cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular, entre otros resultados de salud. Con aproximadamente 2.500 millones de personas adicionales para 2050, el desafío global será encontrar formas de vida sostenibles y más saludables dentro de las ciudades. "La urbanización es un proceso de cambio global a escala planetaria", como Tony Capon comenta en un tercer comentario. Las ciudades, argumenta Capon, deben ser "aptas para su propósito": son los lugares de las personas y, por lo tanto, la forma en que están estructuradas y concebidas tendrá graves consecuencias para la salud, el bienestar y la seguridad. El desafío global será encontrar formas de vida sostenibles y saludables dentro de las ciudades. "La urbanización es un proceso de cambio global a escala planetaria", como Tony Capon comenta en un tercer comentario. Las ciudades, argumenta Capon, deben ser "aptas para su propósito": son los lugares de las personas y, por lo tanto, la forma en que están estructuradas y concebidas tendrá graves consecuencias para la salud, el bienestar y la seguridad. El desafío global será encontrar formas de vida sostenibles y saludables dentro de las ciudades. "La urbanización es un proceso de cambio global a escala planetaria", como Tony Capon comenta en un tercer comentario. Las ciudades, argumenta Capon, deben ser "aptas para su propósito": son los lugares de las personas y, por lo tanto, la forma en que están estructuradas y concebidas tendrá graves consecuencias para la salud, el bienestar y la seguridad.

La población está aumentando y para 2030, se espera que la cobertura del suelo urbano también aumente, amenazando la biodiversidad y la producción de alimentos. Con más personas para alimentar y más personas para alojar, y menos espacio disponible para la producción agrícola, el sistema alimentario está inevitablemente destinado a cambiar. Alan Dangour, en un cuarto comentario, señala cómo "las comunidades de investigación que han evolucionado alrededor del sistema alimentario y las agendas de salud y del sistema alimentario y del medio ambiente en las últimas décadas ahora necesitan converger y fusionarse, aclarar compensaciones y buscar beneficios colaterales y soluciones sinérgicas ".

Pero el rápido cambio en el medio ambiente hecho por el hombre amenaza la seguridad humana por razones que van mucho más allá de la degradación ambiental, como señala Neil Morisetti en un comentario final. Analiza cómo el cambio climático contribuye a la inestabilidad, conduce al desplazamiento y la migración, empeora los conflictos existentes y amenaza la seguridad global.

Está surgiendo una nueva realidad. La salud planetaria es una oportunidad emocionante para encontrar soluciones alternativas para un futuro mejor y más resistente. The Lancet Planetary Health lo invita a presentar la mejor (y aún faltante) evidencia científica que puede fortalecer el caso para la acción política y puede ayudar a escribir una nueva narrativa para la salud planetaria.