martes, 19 de junio de 2018

Equivocarse y errar, dos conceptos diferentes

El diagnóstico científico tiene naturaleza causal, de causa/efecto que, en medicina, recibe el nombre de fisiopatológico. Este diagnóstico describe la secuencia temporal y espacial de los eventos, siendo ella la que le provee de la posibilidad de actuar con carácter pertinencia; desviar o impedir una causa, favorable o desfavorable a un propósito.

Este carácter prospectivo es el que determina el tratamiento, o secuencia de técnicas reguladoras de la cadena causal, o causa/efecto, con un fin, o propósito.

Esta posibilidad de intervenir la relación causal es la que le proporciona al ser humano razón de ser autónomo, no dependiente de ser imaginario alguno, al que se le hace responsable de la conducta humana. La conducta, o camino a seguir por el ser humano es aquella que le mandata un dios, siendo maldecida por este y castigada con el sufrimiento, o dolor con la que se le hace sentir.

La fealdad, o deformación es el castigo primero de un dios que, sabiendo el efecto, no se lo evita al ser humano. Esta propiedad de maligno que tiene dios, es de lo que el ser humano se reocija, representándolo como imagen, cuando no es posible describirlo mediante la palabra, oral o escrita. Escribió Francis Bacon que "aquello que no se puede describir es susceptible de ser pintado o esculpido" (o algo parecido. Estoy en la cama impedido y no tengo acceso por internet)

Me regocijo con las imàgenes icónicas de dios y de los esbirros que utiliza para castigar la conducta desviadat del hombrecillo, o diosillo, creado por él, ya que, en su imperfección, necesita lomos que fustigar.

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