Cuando Joël me invitó a participar en su tesis doctoral, llevaba dos años sabiendo de ella y de Martín por Marie, su madre.
Me dijo que iba a ser sobre una lectura crítica del código de Hammurabi, regalo que me envió desde el hospital donde estaba con "su" hijo: De Martín y Noël, era la dedicatoria replicada en cinco páginas. Yo les reenvié una forografía depositado en Alemania. Esto era en febrero de 1973. Lo recibí en el hospital. Dejé el hospital y me fuí a leerlo en el silencio del convento de Valdediós. Luego tomé un café, mirando al mar, en la cafetería Zurbarán de Gijón y anduve por Lughonia.
Advertencia de Luarna Ediciones
Este es un libro de dominio público en tanto que los
derechos de autor, según la legislación española
han caducado.
Luarna lo presenta aquí como un obsequio a sus
clientes, dejando claro que:
1) La edición no está supervisada por nuestro
departamento editorial, de forma que no nos
responsabilizamos de la fidelidad del contenido
del mismo.
2) Luarna sólo ha adaptado la obra para que
pueda ser fácilmente visible en los habituales
readers de seis pulgadas.
3) A todos los efectos no debe considerarse
CÓDIGO DE HAMMURABI
Prólogo
Cuando Anum, el Altísimo, Rey de los
Anunnakus, (y) el divino Enlil, señor de cielos y tierra,
que drescribe los destinos del País, otorgaron al
divino Marduk, primogénito del dios Ea, la categoría
de Enlil [soberano] de todo el pueblo, (y) lo magnificaron
entre los Igigus; cuando impusieron a Babilonia
su sublime nombre (y) la hicieron la más poderosa
de los Cuatro Cuadrantes; (cuando) en su seno
aseguraron a Marduk un reino eterno de cimientos
tan sólidos como los de cielo y tierra, en aquellos
días, Anum y el divino Enlil también a mí, Hammurabi,
príncipe devoto (y) respetuoso de los dioses,
para que yo mostrase la Equidad al País, para que
yo destruyese al malvado y al inicuo, para que el
prepotente no oprimiese al débil, para que yo, como
el divino Shamash, apareciera sobre los «Cabezas
Negras» e iluminara la tierra, para que promoviese
el bienestar de la gente, me impusieron el nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario