La muerte del General Ordóñez
El 14 de octubre de 1911, numerosos kabileños armados rompieron fuego sobre el campamento de Izhafen. La batería, allí instalada, abrió fuego.
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Un valiente general con corazón de artillero
El general de división Salvador Díaz Ordóñez y Escandón se encontraba al pie del cañón, en primera línea del combate. Ordoñez marcaba los objetivos, la batería efectuó unos 30 disparos contra el enemigo. El general tenía una táctica muy temeraria, consistía en permitir el acercamiento máximo posible del enemigo, más allá de los límites de seguridad, para que se confiase y entonces ordenar el fuego.
Cuentan los cronistas que cuando llovían las balas en combate se mostraba siempre erguido y sereno, por estas “valentías” llegaron a calificarle de excéntrico.
Pero aquel día, para él un día más en los que ignoraba las balas. Realizaba su maniobra favorita: la de permitir aproximarse al enemigo. Pero la suerte esta vez no le acompañó. Algunos pacos habían logrado introducirse en los barrancos próximos a Izhafen y estaban hostigando desde todos los ángulos.
El general, vestido de rayadillo y con fajín, fue alcanzado mientras hablaba con los jefes de los batallones, cuando se disponía a coger su caballo para salir hacia las lomas de Imarufen.
Ordoñez cae muerto
Ordóñez se desplomó contra el suelo. Rápidamente lo recogieron y lo llevaron a su tienda, el general había perdido el conocimiento. Fue trasladado de urgencia a Tauriart Zarg junto a los demás heridos, para desde allí completar un convoy médico hacia Ras Medua… el general no sobrevivió al traslado. Este es el relato que aparece en la prensa sobre sus últimas palabras:
Se colocó en primera línea junto a la batería de Ishafen y en el momento de subir a su caballo dos balas simultaneas se alojaron en su pecho junto al corazón “.
Su evacuación a Ras Medua se realizó en un convoy mandado por el teniente de artillería Sr. Calvo y acompañando al general, su ayudante, Capitán de artillería sr. Ávila.
Capitán, ¿puede usted respirar?
Yo sí, mi general.
Pues yo no. Quíteme usted esto, señalando el vendaje.
Acto seguido el General Ordoñez dejo de existir, eran las 19.30 h.
Breve Reseña biográfica
Salvador Díaz Ordóñez y Escandón nació el 15 de marzo de 1845 en Oviedo, al igual que el cabo Luis Noval. Su nombramiento como teniente se produjo el 21 de diciembre de 1865 y a General de división, el 26 de marzo de 1908.
Tuvo infinidad de destinos en sus distintos empleos, destacando su paso por la fábrica de Trubia donde realizó notables estudios y proyectos, de los que destacamos el cañón de hierro entubado de 15 cm, los cañones y obuses de 21, 24 y 30,5 centímetros, declarados reglamentarios en 1891.
En 1896 marchó a Cuba. Operó en Las Villas, la línea de Mariel-Majana, Pinar del Río y otras, e inspeccionó las baterías de La Habana. Era ya coronel cuando estalló en 1898 la guerra con la gran república americana. Estaba destinado en Santiago de Cuba y dirigió el artillado de las baterías del Morro y la Socapa, que pese a la inferioridad de su armamento, defendieron con gran valentía el puerto contra la poderosa escuadra norteamericana.
Allí sostuvo diferentes cañoneos, en uno de los cuales resultó herido. Después, dirigió la defensa de la Loma de San Juan, donde nuevamente fue herido por la artillería yanki. Este desgraciado accidente le ahorró la amargura de tener que suscribir a los pocos días la capitulación de la plaza.
Ascendido a general de brigada regresó a España, donde continuó con sus proyectos de cañones. Desempeñó el cargo de gobernador militar de la plaza de Jaca, el de Jefe de la Escuela Central de Tiro, y el de vocal de la Inspección de Industrias. Fue ascendido en 1908 a general de División y destinado a gobernador militar de Cartagena. Luego pasó en 1911 a mandar la División de Melilla.
Trasladado a las orillas del Kert para sostener las audaces correrías de los rifeños, preparó y dirigió la acción del 12 de septiembre en Ishafen, que costó gran número de bajas al enemigo. El 14 de octubre atacado por la harka el campamento de Imarufen, se disponía Ordóñez allá desde Ishafen, cuando dos balas le alcanzaron causándole la muerte.
Ordóñez desempeñó multitud de comisiones técnicas, muchas en el extranjero. Éstas le dieron ocasión de escribir luminosas memorias sobre fabricación de artillería, pólvora y otras, muchas de las cuales están presentes en el Memorial de Artillería.
Hoy día sus restos descansan en el Panteón de héroes del cementerio de la Purísima Concepción.
- Centro de Historia y Cultura Militar de Melilla
- Hemerotecas virtuales nacionales
- Hemeroteca ABC
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