domingo, 22 de julio de 2018

Vientre subrogado

El Señor estaba obligado a desvirgar a toda moza que se casara, por iniciativa propia o por órden del Señor. Así, el Espíritu Santo podía penetrar la mujer y depositar en ella, el hijo con el que Dios bendecía el matrimonio. Este tendría los hijos con los que Dios quisiera bendecirles.

El parto se hace en la casa del Señor que pasaría a ser amamantado por una nodriza y quedaría en la casa como  hijo del matrimonio del Señor. O, se lo llevaría la parida a su casa bajo el cuidado de una sirvienta del Señor que se encargaría de traerlo a los 6 años como hijo del Señor o como sirviente.

Otras veces paria la Señora y se entregaba su crianza a una recién parida a la que se le mataba su hijo sino podía criar a los dos.

Bernaldo del Carpio se le dio en crianza a la lechera del Palacio que lo llevó consigo a las tierras de Teverga de donde eran originarios ella y su marido. A los 6 años lo regresan a Palacio. Dado que el matrimonio de la infanta Jimena y el conde capitii hubiere sido negado por Alfonso II, el padre de Bernardo (se le había cambiado a Bernardo de Bernaldo para protegerle), el conde Sancho Díaz lo llevó a su castillo del Carpio, el mas alejado del reino, para proteger su identidad y educarle como caballero, motivo por el cual se le conocerá, incluso por el rey como hijo del conde pero no como su sobrino, como el caballero Bernardo del Carpio.

En los años 50 del siglo XX asistí a una fuerte discusión entre mi madre y el abuelo. ¿Qué pasa abuelo? Luego me habló que había ido a Teverga para ejercer el derecho de pernada. Me explicó con detalle  propio de un niño de unos 6 años. Jamás olvidé algo que recuerdo con horror. Mi padre respondió a mi madre que él no era responsable "del paisano" y que tampoco lo seria de mi cuando "seas un paisano.

El  "derecho de pernada" fue derogado en aquella década, cuando sucedió me lo comunicó mi padre.

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